domingo, 19 de noviembre de 2017
EPIDEMIA DE APOROFOBIA: JORNADAS DE DESPISTAJE Y CENTROS DE VACUNACIÓN
“Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras”. Es así, citando al apóstol Juan, cómo el Papa Francisco inicia el mensaje en que convoca a realizar este domingo 19 de noviembre la Primera Jornada Mundial de los Pobres (https://w2.vatican.va/content/francesco/es/messages/poveri/documents/papa-francesco_20170613_messaggio-i-giornatamondiale-poveri-2017.html ).
JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES
Continúa Francisco precisando que, sin menospreciar la caridad, el compromiso que hoy requiere la lucha contra la exclusión es mucho mayor: “No pensemos sólo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia. Estas experiencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida…. Si realmente queremos encontrar a Cristo, es necesario que toquemos su cuerpo en el cuerpo llagado de los pobres…. Son siempre actuales las palabras del santo Obispo Crisóstomo: “Si queréis honrar el cuerpo de Cristo, no lo despreciéis cuando está desnudo; no honréis al Cristo eucarístico con ornamentos de seda, mientras que fuera del templo descuidáis a ese otro Cristo que sufre por frío y desnudez”.
Para eso convoca el Sumo Pontífice a que se realice este domingo la 1ra Jornada Mundial de los Pobres. Léase bien: DE LOS POBRES, no “para los pobres” o “sobre los pobres”. “Invito a toda la Iglesia y a los hombres y mujeres de buena voluntad a mantener, en esta jornada, la mirada fija en quienes tienden sus manos clamando ayuda y pidiendo nuestra solidaridad. Son nuestros hermanos y hermanas, creados y amados por el Padre celestial”.
EL PADRE ES NUESTRO, Y EL PAN TAMBIÉN…
El sucesor de Pedro detalla incluso en que actividades podría consistir la jornada que convoca: “En ese domingo, si en nuestro vecindario viven pobres que solicitan protección y ayuda, acerquémonos a ellos: será el momento propicio para encontrar al Dios que buscamos”. Nos recuerda también cual es el instrumento de trabajo: “El fundamento de las diversas iniciativas concretas que se llevarán a cabo durante esta Jornada será siempre la oración. No hay que olvidar que el Padre Nuestro es la oración de los pobres. La petición del pan expresa la confianza en Dios sobre las necesidades básicas de nuestra vida. Todo lo que Jesús nos enseñó con esta oración manifiesta y recoge el grito de quien sufre a causa de la precariedad de la existencia y de la falta de lo necesario…”
En esta Venezuela de pobreza desbordada por la ineficiencia y corrupción de sus gobernantes, y con un liderazgo opositor más ocupado de agredirse mutuamente que de luchar por los que menos tienen, esta Jornada Mundial de los Pobres tiene un mensaje cristianamente subversivo: Emplaza a unos y otros por su rapacidad y miopía, al tiempo que recuerda a la ciudadanía que en vez de quejarse por lo que otros no hacen o hacen mal siempre tendremos como sociedad la oportunidad de hacer nosotros bien lo que tenemos que hacer: Vivir la solidaridad, no declamarla.
¡ALERTA: QUIZA UD. SUFRE DE APOROFOBIA Y NO LO SABE!
“Aunque el término “aporofobia” todavía no figura en los diccionarios de nuestra lengua, ya aparece utilizado en numerosas publicaciones recientes…. podemos constatar que se utiliza este vocablo con el significado que denotan las palabras griegas que lo componen: “áporos”, pobre, sin salidas, escaso de recursos, y “fobia”, temor. De modo que el término “aporofobia” serviría para nombrar un sentimiento difuso, y hasta ahora poco estudiado, de rechazo al pobre, al desamparado, al que carece de salidas, al que carece de medios o de recursos”.
Así lo afirma en su página web la Diócesis de Canarias (http://www.diocesisdecanarias.es/solidaridad/aporofobia-miedo-y-rechazo-a-los-mas-pobres-y-deb.html ), y con mucho más detalle trabaja el tema Adela Cortina, catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia, en su reciente libro “Aporofobia, el rechazo al pobre” (PAIDOS, Barcelona, mayo de 2017), quien plantea que la pobreza es esencialmente falta de libertad y que esta no se resuelve con el rechazo al pobre sino con la superación de la pobreza. Pero ella misma advierte la dificultad de pasar del dicho al hecho: “Vivimos en una sociedad en la que se intercambian continuamente mercancías, favores, presiones, recursos, símbolos, dinero. El que no tiene nada que devolver rompe la cadena. Ese, el que no puede devolver nada porque nada tiene, es objeto entonces del rechazo, del desprecio, de la represión”. En definitiva, Estados, sociedades e individuos en vez de ayudar a vencer la pobreza optan por esconder al pobre… ¡O utilizarlo!
LA APOROFOBIA CHAVISTA
Esa fábrica de malas noticias que es la supuesta “revolución” chavista coloca un nuevo eslabón en la cadena de las exclusiones: La aporofobia no es sólo un debate europeo, una reacción alérgica de las sociedades prósperas hacia los que Fanon llamó “los condenados de la tierra”. Doble paradoja: En la cada vez más pobre sociedad venezolana existe cada vez más castigo al pobre, y este castigo es perpetrado ferozmente por el proyecto populista-militarista que -con discurso de izquierda y prácticas de mafia- se sostiene en el poder presionando, hostigando y chantajeando a los ciudadanos que previamente ha convertido en pobres para poder maltratarlos como siervos socioeconómicos del poder corrupto.
La vacuna contra la aporofobia es la solidaridad, y los centros de vacunación están en cada lugar donde un compatriota este comiendo de la basura, llorando porque no tiene como dar de comer a sus hijos, desesperado porque no encuentra o no puede comprar la medicina que necesita con urgencia. Allí el reto y la obligación es no desviar la mirada e ir al encuentro del prójimo en desgracia, con mano tendida y palabra de aliento.
Ayudar allí mismo a ese hermano, y luchar juntos por cambiar al régimen empobrecedor, es la tarea, presionando con la fuerza de la ciudadanía indignada para que los que tienen el poder no hagan más daño, y para que los que se tienen que oponer dejen de pelear entre ellos y se conviertan ciertamente en alternativa. ¡Palante!
Aporofobia... Cuánta actualidad y cuánta angustia hay en estas tus palabras de hoy. Dice Arjona que amor es verbo, no sustantivo. Ojalá que la Jornada de los pobres nos permita entender otro significado: hoy es presente, por tanto mañana también será hoy, es decir, una jornada de un día es buena, claro está, pero es necesario, desde mi muy humilde opinión, convertirla en ese hoy que en lengua española se llama presente histórico y denota "siempre". Desde cada rincón, desde nuestro rincón, es decir, no necesariamente desde el container donde hay hermanos hurgando, porque "pobres" hay por doquier. Eso sí, desde el amor y el servicio, desde la humildad, siempre y sin descanso, "hasta que duela", como decía la amada Madre Teresa de Calcuta.
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