Si ha pasado, y
mucho. Y lo ocurrido cambia radicalmente el panorama de la crisis venezolana. Desde
el régimen algunas voces dicen “aquí no ha pasado nada, simplemente el
Presidente convocó una Constituyente, el CNE organizó la elección, votaron ocho
millones de personas, y esa Constituyente se instaló. Todo normal”.
LO QUE HA PASADO AISLA Y DEBILITA MÁS
AL RÉGIMEN
La realidad es
diferente: La Constituyente no fue convocada por el pueblo, como pauta la
Constitución (art. 347); sus bases comiciales sobre-representaron a la minoría
y violaron el principio “un ciudadano-un voto”; su elección ignoró, relajó o violó
los controles y auditorías existentes en el sistema electoral venezolano, por
lo que fue denunciada como fraudulenta por multitud de actores sociales y
políticos (toda la oposición, el chavismo disidente, la empresa que proveía de
apoyo tecnológico al CNE y hasta muchos colectivos de base chavista que
participaron en ese proceso para luego denunciar que sus votos fueron robados);
y, finalmente, su instalación fue rechazada y condenada por más de 40 países
del planeta, incluyendo el Estado Vaticano.
Ese es el marco en
que ayer sábado inició su “funcionamiento” esta asamblea nacional constituyente. Monopartidista, como sólo es posible
concebirla en Cuba o en Corea del Norte; Cuestionada en su convocatoria, en su
diseño, en su elección y en su instalación. Nace esta ANC siendo parte del
problema y no de las soluciones posibles a la crisis. De hecho, las primeras
actuaciones marcan el signo de una deriva autoritaria temida y denunciada por
muchos: Los atropellos de ayer sábado 5
de agosto contra la Fiscal General no son una “vendetta privada” o un “problema
interno” del oficialismo, sino una agresión contra un poder de la República,
precisamente el encargado de ser garante de la Constitución y la Ley. La
destitución irregular de Luisa Ortega y la designación “provisional” de Tarek
Willian Saab le hacen mas daño institucional e internacional al régimen que
todos los discursos y giras de los dirigentes de la oposición.
Por otro lado, al
modificar sus estatutos para funcionar “hasta por dos años”, la ANC no sólo
hace una patética confesión precoz de ineficiencia (pues con el doble de constituyentistas
que la ANC de Chávez, la ANC de Maduro dice necesitar cuatro veces mas tiempo)
sino que además extiende el lapso de peligro para que los supuestos poderes
“supraconstitucionales” de la ANC sigan siendo ejercidos con más arbitrariedad
que la exhibida hasta ahora por el Ejecutivo, lo que ya es mucho decir.
LO QUE HA PASADO EXIGE UN
REPLANTEAMIENTO A LA OPOSICIÓN
El intento del “aquí
no ha pasado nada” opositor duró apenas horas, porque se estrelló contra la
rabia y la frustración de la gente. Porque la verdad es que si hubo un “liderazgo”
que afirmó que era posible parar la Constituyente, y además que era posible
lograrlo con la pura fuerza. Un liderazgo que “lo único que estaba dispuesto a
negociar era el color de la tinta del bolígrafo con que Maduro tiene que firmar
su renuncia”. Un liderazgo que en vez de explicar a los ciudadanos lo complejo
de la situación se dedicó a exacerbar emociones. Ahora ese liderazgo intenta
remendar su discurso. Los mismos que hace pocos días decían que “cada quien tiene
derecho a protestar como quiera y las horas que quiera, porque la protesta no
tiene dueño”, ahora dicen que es importante “tener estrategia”. Los mismos que
llegaron a decir “yo no estoy de acuerdo con la MUD, y si me quieren botar de
la Unidad, bótenme”, ahora descubrieron súbitamente que “decidamos lo que
decidamos, debemos hacerlo unidos”.
Y tal “conversión”
por cierto no es mala. Pero es insuficiente. Aquí se comprobó que el "madurismo
opositor" (es decir, la creencia infundada de que la fuerza no apoya la
estrategia sino que la fuerza ES la estrategia) sólo conduce a la frustración y
al fracaso.
Para la oposición
democrática es la hora, entonces, del retorno a la Política con “P” mayúscula: La
hora de sostener la presión nacional e internacional para hacer frente a la deriva
autoritaria que ya caracteriza el accionar de la ANC; La hora de dar a la
Unidad opositora la fortaleza orgánica necesaria para que no sea secuestrada
por personalismos o alianzas circunstanciales; La hora de dar a su accionar
la amplitud necesaria para articular las alianzas políticas, sociales,
económicas e institucionales indispensables no sólo para lograr el cambio, sino
para hacer que ese cambio sea sostenible; La hora, en fin, de unir firmeza y
sobriedad, combatividad y sentido común, para usar de manera simultánea TODAS
las herramientas de la lucha política DEMOCRÁTICA: La movilización pacífica de
calle y el diálogo social y político, la lucha parlamentaria y la negociación
seria y con resultados, el activismo internacional y la construcción de músculo
democrático en los espacios vecinales y comunitarios…
TAMBIÉN LOS CIUDADANOS TENEMOS
APRENDIZAJES PENDIENTES
También los
venezolanos de a pie tenemos aprendizajes pendientes: Una ciudadanía que pasó tres años venerando a
Leopoldo López como un "héroe" y que luego casi lo tilda de
"traidor" cuando le acuerdan una medida de "casa por cárcel intermitente", tiene
que revisarse profundamente; Una ciudadanía que apenas ayer convirtió a Ramos
Allup en una especie de estrella de rock, y que ahora pretende execrarlo por
emitir una opinión debatible y respetable como cualquier otra, es una
ciudadanía que debe revisar la solidez de sus criterios de valoración. Y eso es
positivo: Salir de la pubertad, trascender la adolescencia y enfrentar los
retos de la adultez política, claro que es positivo... De resto, este supuesto "respiro" del régimen será sólo flor de un día: Las variables fundamentales de la crisis venezolana no solo se mantienen, sino que se agravan hora a hora. El dólar sigue disparado, la inseguridad sigue reinando y la institucionalidad no es capaz de garantizar ni el más mínimo derecho a la población: Mientras se instalaba la ANC la Guardia Nacional intentaba reprimir en las cercanías de Cariaco a venezolanos que protestaban por hambre. En Guayana, Aragua y Mérida cientos de viviendas colapsan por las lluvias. En el norte urbano del país los venezolanos mueren bajo las balas del hampa impune, mientras en el sur rural fallecen bajo el látigo de la malaria.
El país que quiere cambio
es mayoría. Eso no ha variado. Ésta muy difícil situación es una oportunidad de
crecimiento. Que se aproveche o se vuelva a perder depende de la calidad del
liderazgo y de la madurez de nosotros, los ciudadanos de a pie, los militantes
de la Unidad. Porque en definitiva, todo pasa por nosotros. Las cosas positivas
no van a "ocurrir" si nosotros no tenemos la estatura necesaria
para lograr que ocurran. De eso se trata ¡Y claro que podemos! ¡Palante!
Claro que ha pasado mucho! Lo que no termino de ver es la conciencia del ciudadano de a pie. Sigo leyendo y oyendo a quienes quieren inventar el café con leche inventando, o, mejor dicho, invitando a que otros funden un nuevo frente democrático. Parece que seguimos en la adolescencia política. Ojalá tu análisis caiga en tierra fértil. Lo suscribo completico. Pa'lante.
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