Hoy 10 de diciembre el mundo conmemora el Día Internacional
de los Derechos Humanos, mientras en Venezuela las trampas del régimen y la
incongruencia de la dirigencia opositora agreden y violan el derecho humano a la
participación política en estas elecciones municipales, vergonzosas por más de
una razón. Sin embargo, tanto la grosería y abusos del régimen como el egoísmo
y miopía de la dirigencia opositora forman parte de un juego que perdió sentido
hace mucho, mucho tiempo.
JUEGO
TERMINADO PARA EL RÉGIMEN
Una cosa es manipular la demanda social como mecanismo de
dominación en el marco de un Petro-Estado (es decir, administrar la miseria de
las mayorías en un contexto general de riqueza relativa, en que cada quien
fantaseaba con parir soluciones particulares a los problemas colectivos y la
capacidad de intervención del gobierno parecía infinita), como hizo Chávez
durante doce años… pero otra muy distinta es la bestia de la
hiperinflación.
En efecto: La astucia
del “carnet de la patria” le pudo funcionar a Maduro como mecanismo de control
social y extorsión político-electoral para un evento, quizá para dos, difícilmente
para tres, pero en América Latina los rigores de la hiperinflación suelen
llevarse por delante cualquier trampa burocrática. Los intentos de Maduro por asemejar su
desgobierno al régimen caribeño tienen un límite: No teniendo el madurismo, como si tienen los
Castro, una disciplinada maquinaria capaz de convertir los rigores del “Período
Especial” en fuente de poder de la cúpula, la versión criolla del “Período
Especial” madurista va implicando la profundización del festín de las mafias, una
nueva etapa de esa rebatiña de la que se quejan hasta José Vicente Rangel y
Pérez Pirela.
JUEGO
TERMINADO PARA LA OPOSICIÓN:
Desde enero de 2016 las cuatro más importantes direcciones
partidistas del campo democrático (Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción
Democrática y Un Nuevo Tiempo) han estado más ocupados compitiendo entre ellos
que enfrentándose al régimen autoritario y corrupto. En esa puja intestina despilfarraron el
gigantesco capital político generado por la histórica victoria del 6D del 2015,
hasta llegar a la lamentable situación en que hoy se encuentran, empatados con
Maduro tanto en aceptación (31%, según la última encuesta Venebarómetro) como
en rechazo (más del 60%, de acuerdo a la misma fuente)… con una diferencia
sustancial: ¡La tendencia!
Maduro SUBE a 31% de aprobación de gestión, cuando hace
pocos meses tal indicador apenas rebasaba 20%, mientras eso que hoy es la Mesa de la Unidad BAJA al
31% por ciento de aprobación, lo que significa una caída vertical de mas de 30
puntos, pues tras la victoria del 6D el porcentaje de venezolanos que apreciaba
como positiva la actuación de esa alianza rozaba 70%.
VENDEDORES
DE ANTI-MILAGROS…
2017 termina con una curiosa información: La encuesta Venebarómetro revela que el
candidato Maduro tiene hoy más respaldo (29%) que Leopoldo López (18%),
Capriles (15%), Henry Ramos Allup (7%) y Henry Falcón (6%).
Pero al mismo tiempo el estudio señala que al ser
consultados sobre su autodefinición política, 44% de los consultados se
asumieron como opositores, contra un 33% que se autodefinió como oficialista. ¿Quiere decir esto que la
encuesta es “contradictoria”? No: Lo contradictorio es la realidad: Así como tenemos un gobierno que se las ha
arreglado para quebrar al país a pesar de haber tenido un millón de millones de
dólares sólo por venta de hidrocarburos,
el pueblo venezolano tiene también una dirección política opositora que
se las ha arreglado para conseguir algo que también es muy difícil: Perder, a pesar de ser mayoría.
Pero ambos “anti-milagros” forman parte de un forma de
entender la relación entre políticos y ciudadanos, entre gobernantes y
administrados, entre Estado y Sociedad, que ya es insostenible: En 2018 lo que
va a ocurrir NO SERA ni el atornillamiento en el poder de quien salga
triunfante en la guerra a cuchillo entre Maduro, Ramírez y Cabello, ni un
relevo encarnado en el vencedor de la pugna Ramos-López-Capriles. Los actores
quizá sean esos, o algunos de esos, si no surge efectivamente el outsider milagroso, pero el ejercicio político tendrá que ser
forzosamente otro: Uno que tenga la valentía
de determinar la profundidad y naturaleza de la crisis que enfrentamos, que
tenga también la amplitud y la credibilidad necesaria para convocar a todos los
talentos para construir en forma plural la salida a esta crisis, que tenga
la estatura y el liderazgo necesarios para entender que en tiempos de
transición política los gobiernos deben “quemarse” precisamente para que no se
incendie el país.
NUEVO
JUEGO: REINVENTAR LA POLÍTICA COMO GESTIÓN Y SERVICIO
El futuro no será de quienes ganen el actual “juego de
autodestrucción mutua asegurada” que el chavismo impuso como sustituto de la
política y que sectores de la oposición terminaron asumiendo como tal, sino de
quienes sean capaces de inventar otro juego, uno que no sea “suma cero”, uno
que no se defina por la victoria de unos y el aplastamiento de otros, un juego
en el que gane Venezuela. ¿Parece difícil? ¡Si!, pero una cosa resulta clara:
Sólo una práctica política redefinida en términos de SERVICIO Y GESTIÓN ORIENTADOS
AL BIEN COMÚN podrá superar los duros vendavales que nos esperan.
Qué susto leer el título de este artículo! Qué impotencia saber que no sé a qué "amigos" pedir que nos regalen "vidas" para continuar jugando.. Pero qué alegría que fuera cierto que se acabó el juego. Qué utopía que los jugadores principales lo entendieran y decidieran jugar al juego que tu propones.
ResponderBorrarHoy salí a votar, a ejercer mi derecho. Soy de la escuela de "los derechos se ejercen". Fui con una de mis hijas y mi nieta. La otra se negó. Está harta y asqueada. La encuesta que citas refleja la realidad.
Yo tampoco me rindo.Creo que, como la historia lo demuestra, esto pasará y abrirá paso a lo que nos corresponda en una mejor sociedad. Siempre ha sido así.
Agradezco tanto tu verticalidad en la vida, el foco puesto siempre en el bien común. Ruego a Dios porque no ares en el mar, porque tus semillas caigan en terreno fértil y un día, más temprano que tardes titules un artículo así: Ganamos!