“Chúo Torrealba pide a la oposición revisión y
entender momento político”
Entrevista hecha por JORGENIS
HERNÁNDEZ | @JH_PACO | JORHERNANDEZ y publicada en @EL-NACIONAL.COM el domingo 20 de agosto de 2017
12:40 PM | Actualizado el 20 de agosto de 2017 12:46 PM
Seis meses alejado de
pronunciamientos, ruedas de prensa y reuniones estratégicas lo regresaron a los
sectores más humildes del país, ahí consolidó una visión clara y crítica del
momento político actual. Jesús “Chúo” Torrealba sigue apoyando a la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD) como liderazgo para buscar la salida del gobierno,
pero sabe que debe aprender a tratar al adversario y al mismo tiempo a la
sociedad venezolana que quiere cambio.
Mejorar la MUD,
alejarse del “Madurismo” como forma de gobierno y de entender la vida,
comprender el momento político actual y exigirles a los dirigentes sin dejar de
ser ciudadanos son algunas de las reflexiones que tiene el ex secretario
ejecutivo de la coalición opositora.
Torrealba considera
que después del 30 de julio inició un nuevo momento político, por lo que la
sociedad democrática y la MUD deben hacen un inventario de lo luchado, lo
conseguido y el panorama a futuro.
Sin pronunciarse a
favor o en contra de los cuatro meses de manifestaciones contra el gobierno,
cataloga lo ocurrido como un “derroche de heroísmo y combatividad que exhibió
la sociedad venezolana y sobre todo la juventud”. El activista social concuerda
con Gerardo Blyde, alcalde de municipio
Baruta, en que el tiempo de los “trancazos” y las marchas no es compatible con
lo que se está viviendo porque el problema fundamental y que se agravará en un
futuro inmediato es el del hambre, la hambruna y la falta de medicinas.
“La conflictividad
política a veces tapa el tema del hambre y lo dramático del hambre tapa el tema
de la crisis sanitaria, pero quiero recordar lo siguiente: la represión puede
destruir a un país en meses, el hambre puede acabar con un ser humano en
semanas, pero la falta de medicinas puede acabar con una vida en un día”, dijo
en entrevista con El Nacional Web.
Torrealba señala que
“post-30 de julio” la dirección política de la sociedad democrática debe ubicarse
en el tema de la hambruna y de la crisis humanitaria y partir de allí para la
elaboración política porque se corre el riesgo de despegarse de la realidad y
convertir la lucha política un tema de vanguardias. “La vanguardia de la
oposición contra el régimen y terminen peleándose por una botella vacía”.
“Nuestra pelea es con
la gente, al lado de la gente, pegaditos con el dolor del pueblo, a la necesidad
del pueblo para desde ahí, desde ese acompañamiento cercano al dolor de la
gente, construir la perspectiva de esperanza y en efecto avanzar y lograr
materializarla, ese tiene que ser el papel de los demócratas en lucha
en este momento”.
Luego de cuatro de
meses de protestas, Torrealba cree que los opositores deben reflexionar sobre
aspectos fundamentales de la lucha y cómo ejercer el capital político que se
obtuvo luego de la histórica victoria del 6 de diciembre de 2015. El ex
secretario de la MUD asevera que algunos dirigentes les dieron un carácter
militarista a las manifestaciones al hacer entender que el este de Caracas iba
a liberar al oeste o que se tomaría una plaza.
“¿Convocar 20 veces
desde Bello Monte hasta no sé dónde para que te paren y no pases de Bello
Monte?, habría que preguntarse si eso fue una conducción adecuada”, cuestiona
sobre los intentos de llegar al centro de la Caracas.
Torrealba recuerda
que la oposición llegó al centro hace tiempo y ganó “de calle”. Los ciudadanos
de parroquias como Altagracia, Catedral, La Pastora, Catia y 23 de enero
entendieron que el triunfo sobre el proyecto totalitario de gobierno no era
“salir a matarse con los colectivos sino establecer redes de solidaridad humana
y vecinal y ganarles con el voto, eso lo entendieron los habitantes, algunos de
los dirigentes no”. “La oposición ya
había llegado al centro y lo tomó electoralmente, pero parece que no se dio
cuenta”.
El activista social
reitera que el diseño de la política y de la protesta debe conducirse tomando
en cuenta el milagro que logró el gobierno: llevar el descontento a todo el
cuerpo social de Venezuela, del este al oeste de las ciudades y del norte
urbanizado al sur profundo del país.
Torrealba ejemplifica
la convocatoria de un “trancazo” y cómo esta excluye a más de la mitad del país
desde el mero diseño de la protesta: “Cuando tú convocas
un ‘trancazo’ y le dices a la gente ‘ya saben, llévense ropa cómoda, zapatos
cómodos, la hidratación, su cavita con las chucherías porque la jornada va a
ser todo el día’. Cuando haces una convocatoria así ¿qué le estas diciendo al
país? Le estas diciendo al 65% del país ‘no vengas que esta convocatoria no es
pa’ ti’ porque en el barrio no hay agua, entonces no te puedes llevar la
hidratación. En el barrio no hay comida entonces no te puedes llevar la cavita.
Es un tema que desde el diseño de las actividades hasta el tono del discurso al
no tener claro este tema terminas excluyendo en el lugar de incluir, creo que
eso forma parte de los aprendizajes que hay que incorporar”.
Es en este aspecto
que la dirigencia política opositora debe comprender la realidad política para
que los cuatro meses de lucha sean metabolizados por la sociedad, la dirigencia
opositora y no terminen en “saco roto”.
“Tras el enunciado de
la lucha no violenta activa pasamos cuatro meses ubicados únicamente en las
marchas y los trancazos, que pueden ser, en efecto, expresiones de la no
violencia activa, pero hay centenares de formas de la no violencia activa que
buscan además un objetivo fundamental que es bajarle al ciudadano el costo de
la participación y subirle al gobierno el costo de la represión, habría que
pensar si lo que se hizo fue eso o al revés”.
Otro de los
aprendizajes que debe tener la MUD es el uso de las herramientas de la lucha
democrática. Torrealba reitera que no solo la organización y movilización son
instrumentos en la gesta para recuperar el país, debido a que existen espacios
como la Asamblea Nacional, la arena internacional y las elecciones, pero además
está la negociación política.
“¿Qué se intentó
aplicar una vez y no dio resultados? Pregunto yo, cuándo tú vives una
experiencia y en esa experiencia aprendes ¿estas logrando que en tu siguiente
intento sea más exitoso?”, destaca y señala el ejemplo de Colombia, donde se
dieron 20 intentos de negociación hasta llegar a los acuerdos de paz.
Detalla que en el
caso venezolano existe un escenario de fuerzas definido: “Tienes por un lado a
un gobierno sin pueblo y por otro a una oposición sin ejército, un gobierno sin
pueblo y una oposición sin ejército no pueden creer que van a resolver este
problema por la fuerza. Tienen que resolverlo por la vía de la negociación
política ¿cuándo? ¿Antes de que haya una montaña de muertos como en El Salvador
o después de la montaña de muertos? Yo preferiría como venezolano que sea
antes”.
En la situación
actual reitera que el gobierno debe entender que está en una “crisis terminal
de dominación” y que debe tener que claro que puede seguir participando en el
proceso democrático, pero desde su nueva condición como minoría, de no hacerlo
atenta contra sí mismo y el país.
Sobre las elecciones
regionales, Torrealba sostiene que el tema no puede tratarse con ligereza y
recuerda que cuando un demócrata está en dictadura lucha porque haya
elecciones, las cuales siempre será imperfectas, desiguales y con un árbitro no
confiable por la simple razón de que se está en una dictadura.
“Son un espacio para
avanzar en la lucha por la restitución del orden constitucional y del hilo
democrático y de los valores”, destaca y comparte su apreciación con el tema de
la clandestinidad, que al ser impuesta por el régimen hace que el luchador
democrático busque mecanismos para estar en la legalidad.
Madurez
política y “Madurismo”
Torrealba afirma que
la sociedad democrática venezolana podría considerarse como una adolescente en
el tema de la política, entendiendo que a partir de 1998 comenzó a desdibujarse
el rechazo contra ella y la clase media venezolana se vio en la necesidad de
inmiscuirse en el mundo político para defender valores y principios
democráticos.
Sostiene que el país
necesita una solidez conductual que haga que se deje la montaña rusa emocional
para enfrentar la lucha y al terrible adversario. Es por esto que el ex
secretario de la MUD rechaza que las personas tengan a los dirigentes
opositores como unos “ídolos, unas estrellas de rock” cuando hay un buen
panorama, pero al ocurrir lo contrario los pateen.
Ejemplifica el caso
de Leopoldo López, quien recibió por parte del gobierno un cambio en su sitio
de reclusión, y que en menos de 24 horas pasó de ser adorado y querido como un
mártir a ser descalificado y atacado en las redes sociales, al igual que su
esposa y familiares. Es en este aspecto que Torrealba considera que el
“Madurismo” no es solo una forma de gobierno sino una de entender la política y
la vida.
“Esa descalificación
ligera, gratuita, alegre, eso es ‘Madurismo’ puro. Ese empeño en no discutir
ideas, planteamientos, propuestas sino descalificar y calificar personas eso es
‘Madurismo’ puro, entonces esa es otra parte que tenemos que evaluar como país.
Nuestro reto hoy no simplemente es vencer a Maduro sino vencer el ‘Madurismo’
como manera de entender la policía y la vida”.
Asegura que los
venezolanos deben ser siempre críticos porque “no somos ni seremos el rebaño
azul, el amarillo, el verde ni el anaranjado”, pero también es necesaria la
solidaridad, el respeto y el ser ciudadano. “Lo otro es meternos en una
dinámica de autodestrucción que al final a quién beneficia es a quien está
instalado en el poder”.
Luego de las críticas
que familiares de los caídos en las protestas han expresado y recriminado a la
dirigencia opositora, Torrealba les expresa su solidaridad y condolencia.
Además pide que se activen mecanismo para que haya reparación efectiva de las
víctimas y se establezcan las responsabilidades correspondientes y así evitar
la impunidad. Pero también menciona que en el tema de la política se debe ser
claro, sincero y respetuoso.
“Cuando dices cosas
porque se pretendan que son las que las personas quieren escuchar, cuando
utilizas términos como los que se utilizaron el 3 de julio en el Teatro Chacao
y entonces hablas de rebeldía ascendente, levantamiento nacional, hora cero y
de huelga general generas un conjunto de expectativas, se producen eventos,
hechos que tienen altos costos para las familias y la sociedad. A las familias
mi solidaridad irrestricta, a la dirigencia es tener siempre mesura, sentido de
la realidad, decir siempre lo que se puede y se tiene que decir no lo que la
gente quiere escuchar. Líder no es el que surfea el malestar de la gente, es
aquel que sabe orientar ese malestar y convertirlo en energía positiva, en energía de cambio”.
La MUD es
perfectible
Torrealba no cree que
la coalición opositora esté camino a su fin sino que debe fortalecerse, crecer
y perfeccionar lo que ya existe. Asegura que la existencia de la instancia
unitaria se debe a que hay una sociedad democrática que necesita una dirección
política, es por esto que desestima "el viejo cuento de que la Unidad es
importante, pero debe dar paso a una Unidad superior” porque eso es
‘Madurismo’ puro.
“La MUD no son
solamente tres letras que sirvan de backing a una rueda de
prensa, es una instancia de encuentro y de elaboración de líneas estratégicas y tácticas para la sociedad venezolana. Lo que viene es muy complejo. Derrotar a
un régimen que tiene todas las armas, el dinero y la institucionalidad es muy
duro, pero más duro va a ser liderar el proceso de transición porque va a ser
una transición sin hegemonía”.
El ex secretario
ejecutivo de la Unidad asevera que debe reinventarse el proyecto de Venezuela
como nación, no volver al proyecto original y reencausarlo sino comprender que
el dinamismo del mundo y cómo la era del “commodity” producto del
petróleo termina.
“Tenemos que basar el futuro
no en los réditos que nos dé un commodity sino en el talento
y la capacidad productiva del venezolano y eso implica un rediseño completo de
nuestra sociedad, educación, economía y en consecuencia de nuestra
estructura política”.
Torrealba destaca que
se necesita tener funcionarios públicos al servicio del país y no dueños de
este, no más “mandones ni comandantes” y saber a dónde se va, lo que se traduce
en un proyecto país. Sostiene que un plan de país no es un programa de gobierno
que se hará en un libro que nadie leerá sino un mapa del futuro en el que los
venezolanos vean su posibilidad de inserción y su espacio.
“Un país que sabe
para dónde va es un país que tiene un proyecto de país consensuado, con una
dirigencia política lo suficientemente hábil para sortear todos estos meandros
y estos retos, ¿cómo logramos eso? ¿Destruyendo esta MUD que tenemos? ¿Diciendo
que podemos tener en lugar de la MUD la Liga de la justicia, la Confederación
de Superhéroes? Capitalizando esto que tenemos, obligando a que mejore. El
papel del ciudadano democrático es oponerse al proyecto autoritario y exigirle
a la oposición coherencia, sindéresis, madurez. Obligarla a que mejore”.
Reitera su papel como
activista social para acompañar las luchas democráticas y subraya que se
encuentra haciéndolo en todas las comunidades debido a que existe una nueva
situación: la pobreza dejó de ser de los pobres e inundó e invadió a la clase
media. “Ahora junto al Radar de los Barrios hay que construir un Radar
Venezuela”.
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