El país se ha
reencontrado con el poder de su movilización y con una dirigencia democrática,
encarnada fundamentalmente en los diputados de la Unidad, que asumiendo y
compartiendo riesgos ha sabido reconstruir empatía con el ciudadano. Ya la
nación y el mundo saben que no estamos en presencia de algunas “marchas”, sino
de una lucha que no se detendrá hasta que en Venezuela se hagan elecciones
libres y surja un Gobierno de Unidad Nacional. Por eso es hoy importante
repasar, conocer y debatir algunos planteamientos que vayan más allá del muy necesario
activismo.
DEL DESCONOCIMIENTO AL GOLPE DE ESTADO
ABIERTO
Para negar la
voluntad de cambio del pueblo el régimen ha aplicado una continuada ruptura del
hilo constitucional, que se expresó primero en el desconocimiento de la mayoría
calificada que el pueblo dio a la Unidad Democrática en la Asamblea Nacional,
luego en el bloqueo y robo del derecho constitucional a realizar un Referendo
Revocatorio y por último en el Golpe de Estado perpetrado con las sentencias
155 y 156 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,
calificadas por la propia Fiscal General de la República como violatorias del
orden constitucional.
DE LA CRISIS A LA EMERGENCIA
De esta manera, Venezuela
no esta ya en “crisis”. EN REALIDAD LA NACIÓN ESTA EN EMERGENCIA: El Gobierno se
sostiene sobre la base de violar la Constitución; Saqueo, ineficiencia y morbo
ideológico han destruido la economía generando hambre y enfermedad; A corrupción,
politiquería y pago de una inmoral deuda
externa el régimen dedica las divisas que niega a la alimentación, la salud, la
seguridad y la educación. La “crisis” nos trajo a esta emergencia, en que la
violencia ya no es una “amenaza” sino una realidad que ha cobrado mas de 20
vidas en apenas medio mes de protestas.
DE LA EMERGENCIA A LA TRANSICIÓN
Si esto que
vivimos no es una “crisis” sino una emergencia, y si el régimen que enfrentamos
no es un “mal gobierno” sino una dictadura, entonces la solución a estos males
no puede ser simplemente la realización de unas votaciones, como si viviéramos una
democracia normal. La realidad es mucho
más exigente: El objetivo de la sociedad democrática y de su expresión
política, la MUD, no es sólo el cambio de gobierno sino el establecimiento en
Venezuela de una democracia política, económica y social en los términos
definidos por la Constitución de 1999.
La estrategia
general para alcanzar ese objetivo ha sido definida como “pacífica, electoral,
democrática y constitucional”. Llegar al
poder en forma “pacífica y electoral” implica derrotar democráticamente a un régimen
que no lo es. Para eso hay que sostener
el heroico esfuerzo que hoy esta haciendo el pueblo venezolano con la
resistencia no violenta, junto al cerco internacional que cada día se cierra
con más fuerza en torno a la dictadura, hasta que ambas líneas de acción
asfixien al régimen y determinen la convocatoria de un cronograma electoral que
contemple en breve la realización de las elecciones que nos deben (de
gobernadores y alcaldes) y las elecciones presidenciales.
Ejercer luego el
poder en forma “democrática y constitucional” podría implicar que el gobierno
que surja de esas elecciones sea no un gobierno “de partido” o de “un grupo de
partidos” sino un Gobierno de Unidad Nacional que actúe como GOBIERNO DE
TRANSICIÓN, con una duración sensiblemente menor a un período constitucional
ordinario y con una agenda que pudiera comprender puntos como estos:
1)
Libertad
plena a los presos políticos, retorno de los exiliados, anular los procesos
judiciales de persecución política y reivindicar la memoria de las víctimas de
la represión e indemnizar a sus familiares.
2)
Atender
con urgencia a las víctimas de las crisis humanitaria en materia de acceso a
alimentos y medicinas.
3)
Promover
el pleno restablecimiento y relegitimación de las instituciones y poderes
públicos, de acuerdo al texto y espíritu
de la Constitución.
4)
Reinstitucionalizar
el Poder Judicial, para que tribunales autónomos e imparciales ventilen las
causas a que haya lugar contra peculadores masivos y violadores de derechos
humanos, garantizando el derecho a la defensa de los implicados y logrando así
que la transición sea un proceso democratizador sin persecuciones revanchistas
y sin impunidad.
5)
Apoyar
activamente el proceso de fortalecimiento institucional de nuestra Fuerza
Armada Nacional, respetando escrupulosamente su ordenamiento legal, su
estructura funcional, su apresto operacional y su liderazgo profesional y
meritocrático, así como el fundamental principio D.O.S. (Disciplina-Obediencia-Subordinación),
todo en el marco de lo establecido en el artículo 328 de la Constitución
Nacional que consagra el carácter profesional y no partidista de la FAN como
institución que se debe a la Nación y no a un partido o personalidad.
6)
Auditar
la catástrofe padecida por el país durante los últimos 18 años y promover los
acuerdos necesarios para que el país pueda enfrentar y vencer esa catástrofe con
un Programa de Reconstrucción Nacional que tenga el más amplio apoyo social,
político, económico, militar, nacional e internacional.
7)
Convocar
en el plazo más breve posible a elecciones libres con un Poder Electoral
relegitimado y realmente autónomo, con observación internacional y sin la
ilegal figura de los “inhabilitados” por triquiñuelas administrativas.
DE LA TRANSICIÓN A LA RECONSTRUCCIÓN
El gobierno que
emerja de esas elecciones libres (ese sí, con la duración establecida en la
Constitución Nacional, que tras el debate de rigor y mediante enmienda
constitucional podría ser de seis años sin reelección o de cuatro años con una
sola reelección) tendrá como marco la Constitución y el consensuado Programa de
Reconstrucción Nacional. En su orientación, estructura y mecanismos debiera
preservar la Unidad de los demócratas, para garantizar que la reconstrucción
económica, física y moral de la República sea un proceso acelerado que devuelva
a la sociedad venezolana calidad de vida como resultado de construir una
economía libre, abierta, productiva, capaz de financiar una sociedad realmente
justa, inclusiva y solidaria, que funcione en el marco de una democracia
eficiente y transparente.
Es factible que
sobre este tema, del “hacia donde”, existan otras ideas. Es posible incluso que sean mejores que las
aquí expuestas. Pues bien: ¡Es hora de
que, quien las tenga, las plantee! Por valerosa y sacrificada que sea una
lucha, esta no llegará a su objetivo si el mismo no ha sido definido y
consensuado. Hacerlo es urgente ¡Palante!
Esta propuesta es seria:
ResponderBorrarhttps://reporte247.net/2017/04/propuesta-de-gana-para-resolver-la-crisis-venezolana/
De aca proviene:
ResponderBorrarhttp://venezuelagana.org/
http://venezuelagana.org/2017/04/19/enrique-aristeguieta-gramcko-venezuela-debe-ser-refundada/
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