LA VIVIENDA EN LOS BARRIOS,
UN TEMA SEPULTADO POR LA PROPAGANDA OFICIALISTA Y EL SILENCIO OPOSITOR…
Cada vez que el país se aproxima a una jornada electoral los candidatos se hacen muy visibles… y simétricamente los ciudadanos de a pie nos hacemos más invisibles. Los camiones con equipos de sonido tienen un volumen más alto que los gritos de la gente, y en los medios de comunicación los avisos, las “cuñas” y -desgraciadamente- las “cadenas” electorales ocupan el espacio que debieran tener las noticias. Pero sería inexacto decir que en tiempos como estos “la política todo lo invade”. En realidad ocurre todo lo contrario: El trabajo por lo público, el diseño, ejecución y evaluación de líneas de acción para mejorar de manera sostenible la vida de la gente, es decir, LA POLITICA, se retira, y su lugar es ocupado por la mercadotecnia electoral.
Pero también es verdad que las campañas electorales son momentos en que el debate público se reaviva. Momentos en que es posible plantear, con la probabilidad que alguien escuche, verdades que -aunque obvias- son sistemáticamente ignoradas. Es por eso que quienes integramos la red de la Asociación Civil Radar de los Barrios nos dirigimos a los compatriotas Henrique Capriles y Nicolás Maduro para instarlos respetuosamente a que fijen posición sobre tres aspectos cruciales para quienes vivimos y luchamos en los sectores populares. Esos aspectos son vivienda, empleo y seguridad. Y en esta Primera Carta Abierta abordaremos un tema sepultado por la propaganda oficialista y también por el silencio opositor: La política de vivienda
En efecto, la “vivienda” es mucho, muchísimo más que la “Gran Misión Vivienda Venezuela”. De hecho, la GMVV es consecuencia de más de una década de fracasos en la política del Estado hacia el sector. A lo largo de ese tiempo el déficit de vivienda en nuestro país se duplicó, al pasar de 1.8 millones de familias sin vivienda en 1998 a 3,7 millones en el 2012, de acuerdo al Registro de la GMVV. Esta “Gran Misión” es un éxito indudable, sí, pero no en materia de vivienda, sino en materia comunicacional. Aunque las casi 300 mil viviendas presuntamente construidas y entregadas son apenas una gota en el mar del déficit habitacional, el gobierno ha logrado posicionar esta “misión” como “exitosa”, y ante esa realidad la oposición ha optado por no incluir el punto entre sus temas de campaña. Pero los refugios siguen llenos de compatriotas, y los barrios siguen creciendo entre la precariedad y el riesgo.
Ante estos hechos, las preguntas que hacemos a los compatriotas Capriles y Maduro son las siguientes:
¿Qué van a hacer con la política de vivienda si llegan a la
Presidencia de la República?
¿Insistirán con el enfoque “viviendista”, demagógico y conservador, o asumirán por fin la habilitación física de barrios como estrategia revolucionaria del Estado y de la Sociedad para incorporar las 170 mil hectáreas que ocupan los barrios en Venezuela al espacio urbano formal?
¿En vez de seguir deteriorando y sobrecargando la red de servicios en el espacio urbano convencional, optimizarán esos servicios en los espacios que hoy ocupan los barrios para elevar de manera sostenible la calidad de vida de los 16.5 millones de venezolanos que aquí vivimos?
¿Promoverán la transformación, en fin, de los 25 mil
barrios que existen en Venezuela en condominios populares, mediante la alianza
entre comunidades organizadas, Estado y Empresa Privada, para disminuir
drásticamente la presión sobre el mercado de viviendas nuevas, o seguirán
promoviendo la construcción de viviendas nuevas como respuesta única e
ineficiente ante el drama de la vivienda, toda vez que el simple crecimiento
vegetativo de la población es aun superior a la capacidad del Estado y de la
sociedad de construir viviendas nuevas?
¿Entienden ustedes que habilitar los barrios tendrá un impacto positivo inmediato en el empleo (al usar la mano de obra de las mismas comunidades), en la seguridad (al hacer posible que la vigilancia policial llegue hasta el último rincón de los barrios, al optimizar la vialidad interna, externa y perimetral) y en la salud (al disminuir drásticamente la morbilidad y mortalidad que es consecuencia de la escasez de agua potable y de la deficiente disposición de las aguas servidas)?
¿Entienden ustedes que habilitar los barrios tendrá un impacto positivo inmediato en el empleo (al usar la mano de obra de las mismas comunidades), en la seguridad (al hacer posible que la vigilancia policial llegue hasta el último rincón de los barrios, al optimizar la vialidad interna, externa y perimetral) y en la salud (al disminuir drásticamente la morbilidad y mortalidad que es consecuencia de la escasez de agua potable y de la deficiente disposición de las aguas servidas)?
Amigo Capriles, señor Maduro:
Si llegaran ustedes a responder estas interrogantes sería muy bueno para el país, pues el debate tendría algo menos de consignas e insultos, y algo más de razones y argumentos. Pero si tan sólo llegaran a plantearse en su fuero interno estas cuestiones ya la ganancia sería importante, pues a ambos les queda mucho tiempo para luchar por el bien de Venezuela, (uno probablemente estrenándose en las lides del gobierno nacional, otro posiblemente inaugurando la “oposición roja-rojita” del siglo XXI). En cualquier caso, a ambos les tocara mucho trabajo para sacar adelante este país de todos.
En nuestra Carta Abierta del domingo 31 abordaremos el tema del empleo en los barrios, y en la del domingo 7 abordaremos el de la inseguridad en los sectores populares.
¿Querían propuestas? ¡Aquí tienen!