domingo, 19 de abril de 2015
"CERO SONRISITAS", MASACRE DE POLICÍAS Y ESCASEZ DE ALIMENTOS...
El sujeto que ocupa transitoriamente el Palacio de Miraflores (no te asustes, chico, deja el miedo: Allí todo ocupante es adjetivo y transitorio, pues lo único sustantivo y permanente es el pueblo, la Nación) por fin acertó en algo. Como decíamos allá en la Calle Colonial de Los Magallanes de Catia, donde viví parte de mi infancia, “por fin pegó una”. Dijo el pasado 13 de abril, en un acto como los que él acostumbra, con charreteras y sin pueblo, “cero sonrisitas”. Y por fin tiene razón en algo. Esta, la que él desgobierna, es la Venezuela de la indignación, no de la sonrisa.
CUANDO PARA EL MALANDRO ENFRENTARSE A LA POLICÍA ERA SUICIDIO…
Se podía sonreír efectivamente en la Venezuela en que las policías estadales y municipales portaban armamento suficiente para enfrentar al hampa; aquella Venezuela en que “la Juda”(como llamaban los malvivientes de los años 60 y 70 a la Policía Técnica Judicial) inspiraba tanto respeto y miedo entre los malandros que su sólo nombre los hacia dispersarse. Aquella Venezuela en la que un criminal se cuidaba mucho de atentar contra un efectivo de la seguridad pública, porque hacerlo era prácticamente un suicidio. Aquella Venezuela en la que un hombre del pueblo deseaba ser policía porque, además de tratarse de un trabajo honesto, era además una protección para él mismo y su familia.
En cambio, esta Venezuela del chavo-diosdado-madurismo, esta Venezuela en que los policías intentan combatir con pistolitas a maleantes armados con fusiles de asalto y granadas fragmentarias, esta Venezuela en que el mismo gobierno que se niega a hablar con sindicatos, empresarios, ONG´s y partidos políticos sin embargo asume al hampa como un interlocutor válido y hace con las bandas de criminales “pactos de paz” en el marco de un llamado “Movimiento Por la Paz y Por la Vida”, en esta Venezuela, en fin, fueron asesinados nueve policías en los últimos siete días, para un total de 46 policías asesinados por el hampa solo en la Gran Caracas, en lo que va de año. La víctima mas reciente es Wilmer Alberto Araujo Díaz, de 27 años de edad, asesinado en la madrugada de este sábado 18 de abril de 26 disparos, efectivo de la Policía Municipal de Brión, Higuerote, una de las “zonas de paz” concertadas por el gobierno con las bandas criminales. Esta es la Venezuela "cero sonrisitas..."
DE LOS ANAQUELES LLENOS A LA ESCASEZ CON CAPTAHUELLAS
Ciertamente se podía sonreír en la Venezuela en que cualquier bodega, abasto, mercado o supermercado ofrecía al venezolano la posibilidad de comprar el producto que quisiera, en la variedad que escogiera, en la presentación que se le antojara y en la cantidad que necesitara: ¿Aceite? Había vegetal, de maíz, de soya, de girasol, nacional o importado, de la marca que fuera. ¿Leche? Líquida o en polvo, larga duración o normal, descremada o completa. ¿Papel higiénico? Nacional o importado, doble hoja o sencillo, con fragancias o sin ella. Por el contrario, esta Venezuela de las colas, la escasez, las “captahuellas” en los mercados y la compra de alimentos por número de cédula, la Venezuela en la que es ahora un lujo tomar café con leche porque escasea la leche y el café también, la Venezuela en la que no se consigue jabón ni para bañarse ni para lavar, esta Venezuela de mercado negro y economía roja, es definitivamente la Venezuela “cero sonrisitas”…
DEL PLAN DE BECAS GRAN MARISCAL DE AYACUCHO A LA INDIGENCIA EN EL EXTRANJERO
Había motivos para sonreír en la Venezuela en que los jóvenes venezolanos, incluso los de extracción muy humilde, iban a estudiar en las universidades más importantes del mundo, con el apoyo del Estado Venezolano a través del plan de becas Gran Mariscal de Ayacucho. Esta Venezuela de hoy, en que los estudiantes venezolanos en el exterior se ven obligados a dormir en refugios, en iglesias, haciendo sólo una comida caliente al día, porque el Gobierno no sólo no los apoya sino que además impide -CENCOEX mediante- que sus propias familias los respalden, esta es la Venezuela “cero sonrisitas”…
…PERO SE LES ACABÓ SU CUARTO DE HORA!
Tan es cierto que ésta es una Venezuela “cero sonrisitas” que hasta en los actos oficiales, hasta en las abusivas cadenas de radio y televisión impuestas por el gobierno, son cada vez mas evidentes los rostros sombríos de los burócratas, los cuida puestos, los testaferros, los comisionistas, los aduladores y los “cuanto-hay-pa-eso”. Ellos saben que “se les acabó su cuarto de hora”, saben que tienen el sol en la espalda y el viento en contra. Saben que en la misma base oficialista nadie los quiere y que la oposición, que resistió estoicamente los años en que el oficialismo tenía montañas de dinero y un liderazgo carismático que parecía imbatible, ahora tiene un apoyo popular que triplica al oficialismo en intención de voto.
PARA ATRÁS NI PARA COGER IMPULSO
Nadie quiere, por supuesto, volver al pasado, aunque ese pasado con sus errores haya sido mucho mejor que este presente con sus horrores. Lo que queremos todos los venezolanos es construir una Venezuela viable para todos, un país donde comprar la comida de los muchachos no sea un calvario, un país donde nadie mate a los policías y donde los policías efectivamente protejan a los ciudadanos, un país donde nuestros jóvenes no tengan que irse al exterior pero si deben salir a estudiar puedan contar con el respaldo del Estado y de sus familias.
¡CERO SONRISITAS!
Durante mucho tiempo, nuestro pueblo le dio a los enchufados en el poder oportunidades que no merecían. Y esas oportunidades se las dio con sonrisitas, incluso con carcajadas. El discurso populista se disfrazaba de “simpático” para tomar medidas que al final fueron desastrosas: En medio de chistes, canciones y ocurrencias, desde el poder se estatizaron haciendas, fabricas, empresas y comercios, para convertirlos en chatarra, en terrenos improductivos. En medio de anécdotas y cuenticos se anunció como el dinero del petróleo venezolano se regalaba a los burócratas bolivianos, ecuatorianos, argentinos, nicaragüenses o cubanos; en medio de sonrisitas y aplausos el pueblo conoció los pésimos negocios hechos con Rusia, Turquía, Bielorrusia, Brasil o Irán. Pero la fiesta se acabó. El precio del petróleo bajó y nuestra Venezuela se quedo sin dinero, sin ahorros, con deudas, que se tradujeron en escasez, colas, falta de alimentos y medicinas. Y para colmo, en vez de tener en el poder al demagogo simpaticazo que nos metió en este drama, tenemos a un imitador lamentable, que cuando quiere ser cómico en realidad solo alcanza a “poner la cómica”.
NO HAY TRAMPA QUE VALGA CUANDO EL VOTO ES MASIVO
A ese imitador lamentable, hoy le decimos: ¡Tienes razón, “cero sonrisitas” contigo! A ti lo que el pueblo venezolano te va a dar es oposición tenaz y voto castigo. Ninguna trampa tiene éxito cuando el voto es masivo. Y ya en el mundo nadie les cree, ni siquiera sus aliados de ayer, como Brasil, Uruguay o Chile. A los corruptos y violadores de derechos humanos, el país completo y el mundo entero les dice: “Cero sonrisitas”. Con voto y calle, con calle y voto este pueblo va a rescatar su derecho a la sonrisa, a la esperanza, a la vida en prosperidad y libertad.
¡Palante!
domingo, 12 de abril de 2015
CADIVAZO: DEL RACIONAMIENTO DE LOS ALIMENTOS AL CUPO DE LOS DOLARES...
La lógica del Cadivazo es la misma lógica de las captahuellas en los mercados, es la lógica de las colas, la lógica del establecimiento de “cuotas” para el acceso a los alimentos: El mismo Gobierno que decide que Ud. sólo puede comprar hasta un máximo de tres potes de aceite o tres paquetes de harina de maíz, ahora decide que Ud. sólo podrá tener acceso a 700 dólares para viajar. El mismo Gobierno que decide que Ud. sólo puede comprar detergente una vez por semana, decide ahora que sólo cada 4 meses usted tendrá acceso a apenas 100 dólares en su “cupo electrónico”.
Obviamente, el tema de fondo no es la reducción del cupo. ¡El asunto es que el cupo jamás debió existir! Imponer un cupo de dólares para viajero o para cualquier otra cosa ya es inmoral y violatorio de la libertad individual. Reducirlo es aberrante, es sumar a la violación del derecho, el escarnio y la burla.
Aquí el punto no es que en vez de vendernos 3 potes de aceite nos vendan seis, o que podamos comprar detergente no una vez a la semana sino dos veces, o que el cupo de dólares sea no de 700 sino de 7000. ¡No! El tema es que el Estado no tiene derecho a decidir cuando en nuestra casa se come granos, pollo o carne; El Estado no tiene derecho a decidir con que frecuencia en nuestros hogares lavamos ropa o bañamos a nuestros hijos; El Estado no tiene derecho a decidir si los venezolanos podemos o no viajar, y cuanto de nuestro propio dinero podemos usar para hacerlo.
Y para lograr eso hay que estar UNIDOS. Quien divida al pueblo democrático CON EL PRETEXTO QUE SEA está trabajando para perpetuar el poder de los corruptos, hoy amos del corralito financiero y humano en que han transformado nuestro país. Lucha diaria contra el paquete madurista, unidad nacional, unidad política, voto masivo y defensa del triunfo son las cinco claves para enfrentar y vencer al Régimen y sus mafias. ¡Palante! ¡La Fuerza Es la Unión!
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Muy pocos no entendieron cuando el pasado miércoles 8 en rueda de prensa anunciamos que Lilian Tintori y Mitzy Capriles de Ledezma, junto con los diputados demócratas al Parlatino, ejercerían la vocería y representación de la Mesa de la Unidad Democrática en la Cumbre de Las Américas en Panamá.
Para ese entonces estábamos enterados ya de la visita de un representante especial del Presidente norteamericano Barack Obama a Caracas, el diplomático Thomas Shannon, y que este alto funcionario además de reunirse con el Gobierno quería también sostener una reunión con la Unidad Democrática. Teníamos entonces un doble reto, una doble oportunidad: Garantizar que la voz de la Venezuela Democrática se hiciera presente en la Cumbre de Las Américas, y ejercer también la vocería que nos corresponde ante un representante internacional que si bien había aceptado la invitación del Gobierno de Maduro, también había manifestado su voluntad de reunirse con su contraparte, con la Unidad Democrática, representante hoy de más de la mitad de los venezolanos.
La Unidad, que en Venezuela triplica en intención de voto al Gobierno, triunfa también en el escenario internacional. Esos son los hechos que el gobierno moribundo no puede ya ocultar. ¡Palante!
domingo, 5 de abril de 2015
CARTAS DE LA VENEZUELA HONESTA
Cada vez que un venezolano muere tras ser ruleteado por varios centros asistenciales, de donde ha sido rechazado por que no hay insumos, o porque los aparatos están dañados, o porque los quirófanos no están operativos, ese venezolano no muere a consecuencia de la “casualidad”, ni de la “mala suerte”, ni porque “le llegó su hora”: Ese venezolano muere víctima de la corrupción, porque con certeza para dotar a esos centros asistenciales se aprobaron miles de millones de bolívares, dinero que hoy debe estar transformado en dólares o en euros, reposando y ganando intereses en la cuenta secreta del algún ex – alto funcionario, testaferro, “asesor”, barragana o similar rojo-rojito en Andorra, Madrid, Suiza o cualquier otro paraíso fiscal.
Cada vez que un policía venezolano muere a manos del hampa por estar armado de manera más deficiente que el hampón, o porque su chaleco antibalas esta vencido, o porque no pudo pedir refuerzos porque el radio está dañado, o porque el teléfono del “cuadrante” no tiene ni saldo, ese policía no muere “por accidente”, porque “esas cosas pasan”, porque “qué se le va a hacer”: Ese policía muere víctima de la corrupción, la misma que lo obligaba en vida a pagar de su bolsillo hasta las reparaciones de su vehículo-patrulla o los detalles de su uniforme, la misma que dota al hampón de armamento moderno, fusiles de asalto y granadas fragmentarias...
Cada vez que el negocio de una señora en el barrio o que el emprendimiento de un ciudadano en el centro comercial quiebra porque sucesivos apagones (dos, tres, cuatro, hasta ocho en un mismo día, dependiendo de la región) terminan por dañarle la mercancía que tiene refrigerada, o porque las fallas eléctricas les queman los aparatos que necesitan para trabajar, o porque a pesar del pésimo servicio la factura mensual se le hace económicamente insostenible, esa quiebra no es consecuencia del “fenómeno del Niño”, o “de la Niña”, o del “consumo inconsciente”: Esa quiebra es consecuencia directa de una corrupción monstruosa, la misma que promovió la aprobación de “leyes de emergencia eléctrica” para, bajo su amparo, realizar erogaciones multimillonarias comprando plantas termoeléctricas que nunca se armaron, adquiriendo contaminantes plantas diésel reconstruidas y canceladas como nuevas que además tampoco funcionaron, realizando contratos lesivos a la Nación para construir plantas hidroeléctricas que jamás se terminaron… Millones, millones, que se transformaron en costosas propiedades que unos corruptos, “boligrandes” y “bolichicos”, tienen allá en el Norte, donde nunca se va la luz…
Pero es que hasta en la intimidad del baño de su casa usted y los suyos son víctimas de la corrupción en la Venezuela del Diosdado-Madurismo: Cada vez que Ud. se baña y siente escozor en la piel porque el agua que sale de la ducha en vez de refrescarlo lo irrita; O cada vez que su hijo pierde clase porque tiene que llevarlo a consulta médica ante la reiteración de cuadros diarreicos y otros malestares estomacales, eso no ocurre porque su piel sea demasiado sensible, o porque el estómago de su niño sea demasiado frágil: Allí, en la cotidianidad de su casa, en el sencillo acto de bañarse con agua que tiene exceso de cloro o de aluminio para tapar el mal olor consecuencia de una deficiente potabilización, en el normal acto de que sus niños se cepillen los dientes con el agua contaminada que sale del grifo, allí usted y los suyos están siendo víctimas de la corrupción infame, de esa que ha “distraído” los recursos destinados a la construcción de plantas potabilizadoras, de esa que supone que restringiendo la información sobre los indicadores de calidad del agua puede invisibilizar a las víctimas.
En cada dimensión de la vida Ud. puede encontrar el peso, el costo, la humillante sombra de la corrupción: en el difícil acceso a los alimentos, ahora escasos porque el gobierno destruyó la producción nacional para hacernos dependientes de las importaciones y luego permitió el robo impune de los dólares que eran necesarios precisamente para importarlos; En la cada vez más escabrosa dificultad para conseguir productos esenciales para construir o reparar una vivienda (cemento, cabillas, etc.), bienes cuya producción, distribución y comercialización son controlados totalmente por el gobierno; En la realización del trámite más básico ante un organismo público, en la búsqueda del documento más indispensable, allí usted se encontrará cara a cara con esa realidad: La corrupción no es un “discurso”, es un atraco. Y la víctima de ese atracador que es el corrupto es usted, usted y los suyos, usted y quienes como usted integramos la determinante mayoría de los venezolanos que nos resistimos a vivir regidos por los dictados de un Estado Malandro, bajo la anti-ética de los saqueadores.
Por eso, porque nos resistimos, porque tenemos la determinación de combatir y vencer la corrupción, este texto tiene una intención que va más allá de la denuncia: En realidad, este texto es una invitación. Lo invitamos a que comparta con nosotros, con el país y el mundo, esa historia personal en la que usted, su hogar, su familia, sus vecinos, se han visto afectados por la corrupción concreta, la del día a día: Ya se trate de cuando en el Consejo Comunal los recursos y materiales para la reparación de humildes viviendas se quedaron monopolizados por la macoya, por la rosquita que dio ayuda solo a sus familiares, amigos y “camaradas”; Ya se trate de cuando en el Ministerio lo obligan a marchar o a firmar mediante memorandos enviados por la Dirección de Recursos Humanos; Ya se trate de cuando para tener acceso a una vivienda construida por la Gran Misión Vivienda Venezuela tiene usted que pertenecer a “la cuota” del dirigente pesuvista tal o cual, o tiene que sacar de su bolsillo cientos de miles de “argumentos” más poderosos que ningún estudio socioeconómico; Envíenos su historia, corta, sin adornos, porque no hay nada más contundente que la verdad. Si lo considera necesario, proteja su identidad. Pero no deje de comunicar su realidad, porque en la denuncia está el principio del fin de la impunidad.
Envíenos su texto ésta semana a eventos@lafuerzaeslaunion.com, o al Facebook de La Fuerza Es La Unión, o suba directamente su historia condensada en 140 caracteres en la red social twitter con el numeral #CartasVEhonesta. Nosotros verificaremos la información, y leeremos estas historias cada madrugada en #LaFuerzaEsLaUnión por Radio Caracas Radio, además de publicarlas en el sitio web e incluso remitir algunas a periodistas de investigación para que profundicen en las denuncias realizadas, de ser el caso.
Porque nadie puede saquear un país al que le entraron un millón de millones de dólares en 12 años, y no ser descubierto; Porque vencer a la corrupción no es sólo un tema de lograr el retorno de los capitales saqueados, sino que es un asunto de identidad nacional, de recuperar nuestro perfil de pueblo trabajador y estudioso, que en los años de la República Civil hizo del esfuerzo y el conocimiento sus herramientas fundamentales para mejorar la vida y ascender socialmente. Porque es necesario, en fin, pasar de la protesta a la propuesta, envía tu historia, para que sean muchísimas las Cartas De La Venezuela Honesta.
Para mostrar al mundo el verdadero rostro de Venezuela. De esta Venezuela que se parece a ti y a tus hijos, a tu esfuerzo, a tu dignidad como ciudadano y como pueblo. De esta Venezuela democrática y honesta. De esta Venezuela que avanza unida, porque sabe que #LaFuerzaEsLaUnión!
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