Columna publicada originalmente el domingo 6 de marzo de 2016 en los diarios La Voz y 2001
El pasado
domingo 28 de febrero publicamos la columna titulada “ENMIENDA, REVOCATORIO,
ESTRATEGIA Y GOBIERNO DE UNIDAD NACIONAL
(Informe Personal Sobre la Situación,
segunda parte)”; El martes 1ro de Marzo la Sala
Constitucional del TSJ emitió una sentencia que pretendía limitar
inconstitucionalmente las facultades de la Asamblea Nacional para impedir que
el Poder Legislativo (que AHORA es autónomo, como lo establece nuestra Carta
Magna) pueda investigar los hechos de corrupción que han dejado a nuestro país
sin alimentos y sin medicinas, sin agua potable y sin luz eléctrica, sin
seguridad ciudadana y sin seguridad jurídica.
Tal sentencia
ocasionó que la reunión de la Mesa de la Unidad Democrática que se realizó el
pasado miércoles 2 de marzo, convocada originalmente para decidir que mecanismo
o mecanismos constitucionales serían activados por la MUD para promover y
lograr el cambio político urgente de manera electoral y pacífica, necesariamente
modificara su orden del día.
Evidentemente, el problema de fondo pasaba a ser otro. No podía la MUD limitarse a “elegir un
mecanismo constitucional” cuando el TSJ le esta informando al país que la
Constitución esta literalmente secuestrada por ese organismo. Mas que definir uno o varios mecanismos,
había que ir más allá. Era necesario definir una HOJA DE RUTA PARA LA TOMA DEL
PODER, enmarcada en nuestra estrategia general de lucha democrática, pacífica,
constitucional y electoral. Una Hoja de Ruta
que contemple tanto los cambios legales e institucionales como la legítima
presión social y movilización popular,
necesarias para que la activación de esos “mecanismos constitucionales”
sea posible y exitosa.
En este nuevo
cuadro, la MUD se declaró en sesión permanente durante los días miércoles,
jueves y viernes, y este viernes 4 de marzo llegó a un conjunto de acuerdos
fundamentales, que serán divulgados oficialmente -tal como lo reveló el 2do
Vice-Presidente de la Asamblea Nacional Simón Calzadilla- en evento público a
realizarse el próximo lunes 7 de marzo. En
virtud de que los acuerdos del viernes pasado y los anuncios del próximo lunes
son congruentes con los razonamientos expuestos en nuestra columna del pasado
domingo 28F, refrescamos para ustedes un apretado resumen de los mismos:
1) “… La Unidad
Democrática tiene un proyecto de país…. nuestro propósito es sustituir la
Venezuela dividida y desgarrada del Chavo-Diosdado-Madurismo por una Venezuela
Unida que -precisamente por estarlo- pueda enfrentar esta crisis, vencerla y
transformarla en oportunidad…. El único “proyecto” de Maduro es sobrevivir
aferrado al poder…. Nuestro proyecto es
construir una Venezuela en la que todos sus habitantes, gracias a su esfuerzo y
su talento, tengan una alta calidad de vida…. una Venezuela de la que nadie se
quiera ir, una Venezuela a la que todos quieran y puedan regresar.”
2) “Para lograr ese
objetivo es necesario tener una estrategia capaz de superar varios escollos o
niveles de problemas…. Tras años de costosísimo aprendizaje, TODA la oposición
venezolana definió que -para ser victoriosa- su estrategia debía ser
democrática, constitucional, pacífica y electoral. Esa estrategia unitaria se
puso en práctica en el año 2015, bajo una dirección colectiva, colocando el
énfasis en lo económico y social como razones eficientes para el cambio
político. ¡Y ganamos!”
3) “Continuar
desarrollando en 2016 esa estrategia victoriosa pasa por enfrentar y asumir el
problema del poder…. La Constitución ciertamente establece con claridad cuatro
mecanismos que hacen posible este cambio urgente, mediante procedimientos
electorales y pacíficos: La Enmienda Constitucional, la Reforma Constitucional,
la Asamblea Nacional Constituyente y el Referendo Revocatorio. Pero para la Unidad Democrática el problema
no se reduce a “escoger” uno u otro de esos mecanismos, o varios…. En la
Venezuela del madurismo agonizante, las
instituciones del Estado (con la excepción honrosa de la Asamblea Nacional)
están al servicio de la autocracia moribunda. Por eso, la elección del (o de
los) mecanismos constitucionales para el cambio político urgente tiene que
estar enmarcada en una estrategia general de lucha que sea capaz de vencer la
“guarimba” burocrática del régimen, derrotando la loca pretensión de usar las
instituciones del Estado como barricada contra la voluntad de cambio de El
Soberano….”
4) “Y este debate…. no
se reduce a definir que hacer para lograr el cambio político urgente, sino que
además tiene la obligación de determinar…. que va a ocurrir DESPUES de ese
cambio…. La Unidad Democrática esta debatiendo para responder con claridad al
país varias preguntas: ¿Después de la aplicación exitosa de los mecanismos
constitucionales para el cambio político urgente viene aquí un gobierno de
transición hasta la realización en 2019 de elecciones presidenciales, o viene
un período ordinario de seis años? En una u otra situación, ¿Ese gobierno
venidero será un gobierno de Unidad Nacional, o será un gobierno del partido
del candidato que gane las primarias opositoras? En cualquiera de los casos,
¿Cuáles serán las reglas del juego, los acuerdos y decisiones que garanticen la
gobernabilidad en ese interesante pero muy duro proceso que será la
reconstrucción nacional? Como se puede
ver, la cuestión es mucho mas compleja que aquello de ‘escojan de una vez,
pues, entre enmienda y revocatorio’. Después de Maduro aquí no viene ningún
‘salto al vacío’. Aquí lo que viene es
paz, estabilidad, democracia, Constitución, convivencia, respeto y progreso….”
5) “…. Al ser nuestra
estrategia PACÍFICA Y DEMOCRÁTICA, y al definirse cualquier mecanismo de cambio
democrático a través de una consulta electoral, es vital la organización y
movilización popular: Primero, para
lograr la consulta misma; luego, para ganarla; posteriormente para defender el
triunfo y por último para garantizar la gobernabilidad democrática en el
tránsito del desastre actual al país que merecemos. Por eso es vital seguir
reinventando nuestros exitosos “casa por casa”, afincados ahora en la
solidaridad social; Por eso es fundamental relanzar los espacios regionales de
la Unidad, incorporando a lo sectores sociales y actores institucionales que
deseen luchar junto a los partidos democráticos por el cambio urgente y la
reconstrucción nacional; Por eso es importantísimo mantener activados los
Comandos Familiares y los Comandos de Campaña por Centro de Votación, porque
esta lucha es de abajo hacia arriba, desde las colas en los mercados y
farmacias, desde la base de la pirámide….”
Reflexiones como estas formaron parte del debate que definió
la Hoja de Ruta 2016 que será presentada dentro de pocas horas al país y que,
al ser amplia, unitaria, inclusiva, volverá a ser ganadora, victoriosa,
triunfante, como la Hoja de Ruta 2015 que nos condujo a la jornada histórica
del 6D. ¡Sigamos como vamos: Unidos y ganando! ¡Somos la Nueva Mayoría
Democrática! ¡Los que queremos cambio somos 85 por ciento del país! ¡Palante!
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