Imagen: Captura de pantalla de la web del canal Globovisión del jueves 20 de octubre de 2016
Columna publicada originalmente el domingo 23 de octubre de 2016 en los diarios La Voz y 2001
El pueblo venezolano quiere cambio pero no quiere violencia. El régimen asume entonces que si ejerce violencia el pueblo renunciará a su aspiración de cambio. EL RÉGIMEN SE EQUIVOCA, pues para el pueblo el “cambio” a estas alturas ya no es una bandera política, sino una urgencia personal, familiar y comunitaria.
MADRES QUE REGALAN A SUS HIJOS POR NO PODER
ALIMENTARLOS…
En efecto: Para las madres que en Barquisimeto regalan a
sus hijos porque no tienen como alimentarlos (http://www.elinformador.com.ve/2016/10/22/temadeldia-madres-regalan-a-sus-hijos-por-no-tener-como-alimentarlos/), para los hijos que en toda Venezuela dejan
sus estudios porque no tienen con que comer ( http://www.el-nacional.com/siete_dias/aulas-vacian_0_943705966.html ) o para los padres que se van a Curazao a
dormir en las playas o a Boa Vista a vivir bajo los árboles para poder trabajar
allá y mandar a sus familias en Venezuela algún dinero para sobrevivir (http://www.laverdad.com/economia/107755-venezolanos-migran-a-brasil-para-huir-del-hambre.html), el tema del cambio dejó hace mucho de
ser “una consigna de la oposición”.
Tampoco es una “esperanza”. Es
una NECESIDAD.
LA CONFRONTACION ES ENTRE EL HAMBRE Y LA
VIDA
En consecuencia,
para esa inmensa mayoría del pueblo la confrontación que esta planteada en
Venezuela no es entre “gobierno y oposición”, ni entre “La Revolución y La
Derecha”, sino entre el Hambre y la Vida.
Y esa diferencia existencial se expresa concretamente en la
confrontación entre todo un país que la está pasando mal, muy mal, y un muy
pequeño grupo de “enchufados” que no sólo la están pasando muy bien con el
dinero de todos los venezolanos, sino que además han hecho del dolor del pueblo
un gran negocio, pues son quienes tienen los contactos y el poder para dirigir
y lucrarse de las mafias que manejan casi todo en este país, desde el
contrabando de extracción de gasolina en la frontera hasta la llegada de harina
a las panaderías, desde el robo de los insumos médicos en los hospitales hasta
el manejo irregular y discriminatorio de las bolsas de comida de los extorsivos
CLAP.
AL RR SE LO TRAGÓ EL MIEDO DEL RÉGIMEN…
De manera
patriótica, la dirección política de la oposición venezolana ha venido
insistiendo en la necesidad de que esa confrontación se resuelva pacíficamente,
en el marco de los mecanismos que la Constitución prevé, que afortunadamente
incluyen la más democrática de todas las soluciones posibles: Una consulta electoral, para que sea el
pueblo quien decida cual será el camino para salir de la crisis. Esa consulta
electoral adelantada tiene nombre y apellido en el artículo 72 de nuestra
Constitución: Referendo
Revocatorio. Y hacia ese objetivo se
dirigieron los esfuerzos de la Unidad Democrática y de todo el pueblo
venezolano desde el 9 de marzo de este año, cuando enviamos al CNE la primera
carta solicitando nos fuera entregada la planilla para recabar el 1% de las
firmas del REP para iniciar el proceso del RR, hasta el pasado jueves 20 de
octubre, cuando en “operación conjunta” unos gobernadores del PSUV en varios
estados, tribunales penales de esas entidades regionales y las cuatro rectoras
pesuvistas del CNE actuaron para arrebatarle a los venezolanos el derecho al
voto.
CAMBIO DE FASE, PERO NO DE ESTRATEGIA
A partir de ese
momento LA LUCHA DEL PUEBLO VENEZAOLANO CAMBIA DE FASE, PERO NO DE
ESTRATEGIA. ¿Por qué no cambiamos de
estrategia? Porque ésta ha sido claramente exitosa: Es gracias al éxito de la estrategia
pacífica, electoral, democrática y constitucional de la Unidad que el régimen
se ha visto obligado a violar la Constitución, a apartarse de la normativa
democrática, a bloquear la salida electoral y a mostrar al mundo los niveles de
violencia institucional y física de que es capaz. Ya nadie en el planeta ve al régimen de
Maduro como una “democracia deficitaria” o como un “autoritarismo competitivo”. Los regímenes no se definen por la etiqueta
que se colocan, sino por sus actuaciones.
Al violentar la Constitución, al desconocer el Parlamento, al no
garantizar a los ciudadanos la satisfacción de sus necesidades básicas, al
reprimir la protesta social que tal insatisfacción genera, al negar finalmente
a sus ciudadanos el derecho a votar para decidir su destino, el régimen se ha
hecho el peor auto-retrato posible. Hoy
el dictador esta desnudo. Y eso es un
mérito claro de la estrategia victoriosa que hemos desarrollado. Y lo que funciona hay que mantenerlo,
mejorarlo y fortalecerlo.
UNA LUCHA SOSTENIBLE PARA EL PUEBLO E
INAGUANTABLE PARA EL RÉGIMEN
Pero ciertamente
esta es otra fase de esta lucha, una fase que no tiene ya el escenario
electoral como horizonte inmediato. El
derecho al voto hay que recuperarlo, y eso sólo se logrará con lucha de calle
PACÍFICA, comprometida y contundente.
Una lucha, hay que decirlo, que puede no ser breve: Hay que construir un vasto Movimiento
Nacional por la Restitución de la Democracia en el que esté TODO el país
(universidades, gremios, sindicatos, academia, estudiantes, trabajadores,
jubilados, etc.), que junto al liderazgo
político sea capaz de ejercer sobre el moribundo poder una legítima presión
ciudadana que sea SOSTENIBLE para el pueblo e INAGUANTABLE para el régimen.
Esta nueva fase
de la lucha tenemos que darla desde la certeza de la debilidad patética del
Régimen, que no se cuenta precisamente porque no tiene con que; Desde la confianza en la posición de fuerza
que hoy tiene la sociedad democrática venezolana, que es amplia mayoría en el
país y cuenta con el sólido respaldo de la comunidad internacional; Y desde la
seguridad absoluta de que las trampas leguleyas le permiten al régimen correr
pero no escapar: Pueden posponer el 20%,
pero no pueden “posponer” el hambre y la indignación de los venezolanos, ni su
decisión clara de sacarlos del poder.
LA VÍA VENEZOLANA A LA DEMOCRACIA
Hace unos cinco
años, algunos le decían al pueblo venezolano que nos “viéramos en el espejo” de
las llamadas “primaveras” ucraniana, libia, siria o egipcia, poniéndonos como “ejemplo” esos traumáticos
procesos en los que pueblos enteros enfrentaron a regímenes dictatoriales con
inmensos sacrificios y grandes derramamientos de sangre. Hoy, lamentablemente esas sociedades siguen
divididas, enfrentadas, y la sangre sigue tiñendo sus calles. Los problemas que la violencia intentó
resolver siguen allí, y ahora tienen un nuevo problema: Las heridas abiertas que la violencia dejó,
cuyas cicatrices atormentarán por generaciones a millones de seres
humanos.
¡PACÍFICOS SIEMPRE, PASIVOS JAMÁS!
Por eso nos
empeñamos en construir una VÍA VENEZOLANA A LA DEMOCRACIA sustancialmente
distinta a esos procesos. Para los
demócratas venezolanos esta claro que en nuestro país LA SOLUCIÓN A LA CRISIS
ES PACÍFICA O NO ES SOLUCIÓN. Por eso
seguiremos avanzando, en estas duras y muy exigentes circunstancias, luchando
sin confundir pacifismo con pasividad, sin confundir contundencia con
violencia, hasta lograr que en nuestra Venezuela se realicen ELECCIONES
GENERALES realmente democráticas, para dotar a nuestro país de un gobierno que
trabaje para sacar a Venezuela de la crisis, y podamos tener de nuevo una
Patria en la que las madres no regalen a sus hijos por no tener con que
alimentarlos, en la que los niños y jóvenes puedan estudiar sin desmayarse de
hambre en sus pupitres, en la que ningún venezolano tengan que irse a otro país
a buscar el pan para sus hijos. Un Patria Unida, como la que Bolívar soñó ¡Palante!
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