Columna publicada originalmente el domingo 5 de febrero de 2017 en los diarios La Voz y 2001
Desde finales de 2016 el país ha visto y leído diversos
planteamientos que hemos hecho sobre la necesidad de reestructurar la Mesa de
la Unidad Democrática. En varias ocasiones señalamos que “el año 2016 no debía
terminar sin presentar al país una MUD reestructurada en sus propósitos y
organización”, luego dijimos que era importante que tales anuncios se hicieran
“a más tardar el 4 de Enero”, toda vez que el 5 teníamos el compromiso
constitucional de instalar la nueva directiva de la Asamblea Nacional, y finalmente
planteamos que “el 23 de Enero, fecha muy importante para los demócratas
venezolanos, podría ser un marco adecuado para anunciar al país las nuevas
propuestas y la nueva organización de la alianza democrática”.
¿PARA
CUÁNDO? ¡PARA AYER!
Por diversas razones, en ninguno de esos momentos se
pudieron hacer estos anuncios. Por eso
considero positivo el que por fin en los últimos días otros dirigentes de
algunos partidos de la Unidad Democrática hayan planteado públicamente no sólo
la necesidad de la reestructuración del frente opositor, sino incluso que tal
reestructuración sea urgente. Empieza
entonces el procesamiento de este tema con un acuerdo importante: El “cuándo” de la reestructuración de la
Unidad es AHORA, no “dentro de unas semanas”, no “dentro de unos meses”, sino
AHORA. En realidad, debió ser mucho antes.
Así lo determina la velocidad feroz de la crisis política que el país
enfrenta, y el dolor inmenso que la crisis económica y social le esta haciendo
pasar a nuestro pueblo.
¿POR
QUÉ? ¡PORQUE ESTAMOS EN CRISIS DE CRECIMIENTO!
Determinado el “cuándo” de la reestructuración, para que la
misma sea exitosa es fundamental ubicar su “porque”, y en esto hay que ser
claros: A la alianza democrática hay que
reestructurarla porque esta en crisis. Y la crisis que enfrenta la Unidad
Democrática -no desde enero de 2017 sino desde enero de 2016- es una crisis de
crecimiento ¡Estamos en crisis porque el 6 de diciembre ganamos ampliamente la
Asamblea Nacional! ¡Estamos en crisis porque tras ganar en diciembre 2015 la AN
con el 56 % de los votos, ya en enero todas las encuestas revelaban que el 80%
de los venezolanos estaba a favor de un cambio de gobierno! ¡Estamos en crisis
porque en 2016 tuvimos el más grande apoyo internacional que nunca había tenido
la lucha democrática del pueblo venezolano en estos 18 años! Esos éxitos
generaron un enorme capital político, que la oposición venezolana a lo largo de
2016 no supo administrar en forma unitaria y eficiente. Entonces, la Unidad hoy
debe reestructurarse para colocarse a la altura de las nuevas demandas que son
consecuencia de sus propios logros, y para estar en capacidad de dar respuesta
al agravamiento de la crisis que padece el país.
¿CÓMO?
¡ABORDANDO EL FONDO DEL PROBLEMA!
Tener ubicado el “porqué” de la reestructuración facilita la
definición y concreción del “cómo” de la misma: El cambio que esta planteado no es un asunto
“cosmético”, “facial”, sino de fondo. Para ser “oposición” basta con
estar en desacuerdo con el régimen, y manifestarlo con palabras y
conductas. Pero para ser opción de poder
es fundamental tener una idea clara de
que hacer con ese poder (un Proyecto-País); Es preciso también tener claro como
va a ser el gobierno que tendrá la responsabilidad de aplicar de manera exitosa
y sostenible ese Proyecto de Reconstrucción Nacional (Gobierno de Unidad
Nacional); Es indispensable igualmente tener claridad en cual es el camino para
llegar a ese necesario Gobierno de Unidad Nacional (la Ruta Electoral, la única
posible y deseable en el contexto de la estrategia constitucional, pacífica y
democrática que caracteriza a la MUD), y finalmente, ante el hecho de que esa
Ruta Electoral esta bloqueada por el régimen desde el pasado 20 de Octubre
cuando negaron el Referendo Revocatorio, es crucial tener un consenso claro
sobre cual es el diseño táctico que logrará, combinando presión de calle con
negociación política, el rescate del hoy secuestrado derecho constitucional al
voto.
¿PARA
QUÉ? ¡PARA SALIR DE ESTA PESADILLA DE UNA VEZ!
Una reestructuración como esta, que no se limite al diseño
de un organigrama, a la redacción de un “reglamento” o al cambio de unas caras,
sino que apunte a dotar a la sociedad democrática venezolana de lo que ha
carecido hasta ahora, de una ESTRATEGIA DE PODER, puede ser la respuesta
cierta, de fondo, a la sociedad democrática venezolana que demanda de los
partidos políticos opositores y de la MUD como alianza el reconocimiento de los
errores cometidos en el 2016, y la corrección de los mismos. Igualmente, una
reestructuración de esta naturaleza puede contribuir sustancialmente a la
resolución de los problemas de competencia que de manera lógica y natural
surgen entre partidos y liderazgos ante la posibilidad de llegar al poder: Si existe un Proyecto-País asumido, debatido
y adecuadamente consensuado ; Si por otro lado existe también un concepto claro
de Gobierno de Unidad Nacional, en el que todos los sectores se vean incluidos
y participando, entonces pierde dramatismo y peso el tema candidatural, tan natural
como potencialmente disgregador.
Dicho de otra manera: Si estamos claros en como va a ser el
Gobierno de Unidad Nacional y cual es el Proyecto País que va a aplicar, el que
ese gobierno lo presida Leopoldo López, Henrique Capriles, Henry Ramos, Henry
Falcón o cualquier otro dirigente opositor pasa a ser un tema importante pero
no conflictivo, resoluble con el probado mecanismo de las primarias. Aliviada esa tensión natural, podremos tener
a todo nuestro liderazgo compitiendo legítimamente por demostrar quien es mas
eficiente en el desarrollo y expansión de la estrategia común, lo cual
redundará en un fortalecimiento de esos liderazgos y del conjunto unitario.
¡Como debe ser!
SIEMPRE
EN LUCHA, DESDE EL ESPACIO QUE SEA
Finalmente, dos precisiones adicionales sobre el tema. En
primer lugar, el carácter necesariamente público de este debate es una
consecuencia de los logros alcanzados:
Si la MUD fuese una alianza intrascendente de organizaciones
fantasmales, su reorganización sería un “asunto interno”. Pero como la
oposición es opción de poder si y solo sí está unida, su reestructuración es un
tema del más alto interés nacional y por ello debe ser debatido con
responsabilidad y, sobre todo, con madurez. En segundo lugar: La MUD es una
alianza de partidos, por lo que los únicos rostros inamovibles en la misma son
los de los dirigentes de los partidos. Todos los demás factores, el Secretario
Ejecutivo de la alianza incluido, somos recursos al servicio de la Unidad, que
estaremos allí mientras allí seamos útiles, listos para seguir contribuyendo
con la lucha del pueblo democrático desde cualquier otro espacio, como siempre
lo hemos hecho. ¡Palante!
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