viernes, 24 de marzo de 2017

¡YA BASTA!



 Esta columna fue publicada originalmente el domingo 11 de diciembre de 2016 en los diarios La Voz y 2001

Este documento es la cátedra de ciudadanía democrática que la sociedad civil del Estado Lara hizo pública el pasado miércoles 7 de diciembre 2016:
 
“La sociedad civil organizada en las diferentes instituciones abajo firmantes, nos dirigimos a TODOS LOS VENEZOLANOS, para manifestar que de no cambiar el rumbo de la POLITICA ECONOMICA Y SOCIAL, la cual es responsabilidad del GOBIERNO NACIONAL, todos seguiremos cayendo en forma acelerada por un despeñadero sin fin, donde cada día que pasa estamos peor, es por ello que decimos: 

YA BASTA de la escasez de alimentos y medicinas, que tiene a la mayoría de los venezolanos pasando hambre y penurias. 

YA BASTA de la mala política económica implementada por este gobierno, que conduce a un alza acelerada de los precios, a niveles inaccesible para la mayoría. 

YA BASTA de tanta inseguridad, miles de venezolanos mueren todos los meses producto de las erradas políticas del gobierno. 

YA BASTA de que los venezolanos mueran de mengua en nuestros hospitales, no hay medicinas e insumos para atender a nuestros enfermos. El sistema de salud está colapsado. 

YA BASTA de que nuestros jóvenes emigren masivamente, las erradas políticas de este gobierno le arrebataron toda posibilidad de progreso. 

YA BASTA de políticos populistas que fomenten lo regalado, en lugar del trabajo y el esfuerzo de nuestra gente como política de estado para lograr la prosperidad de nuestro país. 

YA BASTA de que nuestras familias no puedan aspirar que con su esfuerzo y trabajo logren adquirir sus alimentos, mucho menos un vehículo, o una casa, en fin satisfacer sus aspiraciones. 

YA BASTA de corrupción y anarquía, desbordada en nuestras instituciones públicas, que imperan ante la mirada silente de las autoridades, bajo una total impunidad. 

YA BASTA de un poder judicial que no sirve a la justicia y permite la violación de los Derechos Humanos. 

YA BASTA de tanto desempleo, del acoso a la libre empresa, de la persecución a empresarios y a quienes piensen diferente. 

Siempre solidarios con la mayoría de los venezolanos, que sumidos en esta terrible crisis, no encontramos posibilidad de salida de la misma. Responsabilizamos al gobierno nacional y sus instituciones, del drama social y económico que sufrimos, es por ello que pedimos y exigimos, un cambio de rumbo en la conducción del País y con ello podamos, todos juntos trabajando, recuperar la calidad de vida que nos merecemos. 

Firman:  Monseñor Antonio José López Castillo, Arzobispo de Barquisimeto, Red de Instituciones Larenses, Fedecámaras Lara, CTV Lara, Consejo de Coordinación Agropecuario del Estado Lara, Cámara de Industriales del Estado Lara, Cámara de Comercio del Estado Lara, Cámara Inmobiliaria del Estado Lara, Cámara de la Construcción del Estado Lara, Cámara de Importadores de Repuestos del Estado Lara, Cámara de Turismo del Estado Lara, Asociación de Comerciantes e Industriales de Carora, Colegio de Abogados del Estado Lara, Colegio de Relacionistas Industriales del Estado Lara , Federación Nacional Caficultores De Venezuela , Grupo Armonía, FUNDASAB, Colegio de Médicos del Estado Lara, Colegio de Ingenieros de Lara”.

LAS CULPAS DONDE VAN, LAS EXIGENCIAS TAMBIÉN… 

Algunos comentarios son imprescindibles al valorar y agradecer el ejemplo larense de organización y lucha plasmado en este documento. En primer lugar, el manifiesto ciudadano tiene foco: El corazón de la crisis es “la POLITICA ECONÓMICA Y SOCIAL” que tiene como único responsable “al GOBIERNO NACIONAL”.  Da así la sociedad civil una lección a quienes en esta hora crucial pierden energías agrediéndose entre ellos en vez combatir al adversario que está en la acera de enfrente.

No renuncia sin embargo el documento de la sociedad civil larense a la crítica constructiva: Cuando afirma “YA BASTA de políticos populistas” nos recuerda que el populismo no sólo usa franela roja, sino que es una manera de pervertir la relación entre pueblo y gobierno, entre Estado y Sociedad, desviación que por cierto rebasa el ámbito de lo económico pues el mesianismo y la demagogia son también formas que asume este morbo.  En efecto, quienes crean que sus “liderazgos” (supuestos o reales, orgánicos o mediáticos, coyunturales o sostenibles) son más importantes que la Unidad del pueblo o que las propias organizaciones en que militan, están siendo populistas; Quienes falten a la verdad por decir “lo que la gente quiere oír” para subir en las encuestas o mantenerse en ellas, están siendo populistas. Y siempre habrá que recordar que una cosa es la POLITICA POPULAR y otra la perversión populista.

Al aparecer como firmantes desde el Arzobispo de Barquisimeto hasta la Red de Instituciones Larenses, desde Fedecámaras hasta la CTV, desde los gremios profesionales hasta las organizaciones comunitarias, los ciudadanos dan una lección adicional: ¡Sólo en Unidad será posible enfrentar y vencer la crisis y sus responsables! Agredir la Unidad que tenemos usando como coartada una inexistente “unidad superior” es un juego de palabras para justificar la dispersión que el régimen necesita para eternizarse. ¿Qué es difícil y complejo avanzar en Unidad? ¡Si! Pero más complejo es dirigir un país en crisis: Quien no sepa, no pueda o no quiera trabajar hoy en Unidad no sabrá, podrá o querrá hacerlo mañana desde el poder.  

El manifiesto larense se produce dos semanas después que el documento “Una Propuesta Ciudadana”, avalado por mas de 700 organizaciones y personalidades de la sociedad civil, hiciera desde Caracas un planteamiento similar. Que tome nota el llamado “mundo político”:  Existe una ciudadanía independiente que no le discute a los partidos su rol dirigente pero si les exige, a ellos y sus líderes, ser en esta hora de crisis la mejor versión posible de sí mismos. Una dirigencia política unida con objetivos estratégicos claros y compartidos, y una ciudadanía activada que en vez de ser “managers de tribuna” asume su condición de protagonista del cambio, son la única garantía posible de victoria democrática.  ¡Palante!

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