Columna publicada originalmente el domingo 13 de marzo de 2016 en los diarios La Voz y 2001
Lo dice el padre sin trabajo; Lo dice
la madre sobre el cadáver de su hijo asesinado; Lo dice el joven que sabe que
con este gobierno no tiene futuro; Lo dice el policía que sabe que el
delincuente es más apoyado por el gobierno que la institución de la que él
forma parte; Lo dice el obrero que aplaudió cuando la empresa donde trabajaba
fue estatizada, que en ese momento gritó “así, así, así es que se gobierna”, y
que ahora esta indignado porque pudo presenciar como el gobierno destruyó la
empresa, se robó sus equipos y finalmente lo dejó en la calle. Ellos y muchos más lo dicen: “Esto ya no se aguanta”. El pueblo lo dice, y tiene razón: Maduro es miseria, ineficiencia y corrupción.
POR ESO VENEZUELA INICIÓ EL CAMINO DEL CAMBIO
El pueblo de Venezuela, demócrata convencido, asumió la vía
electoral e institucional para solucionar nuestros problemas y le otorgó a la
Unidad un claro mandato. Con una
victoria sin precedentes, la ciudadanía construyó una mayoría de dos tercios
de la Asamblea Nacional para que iniciar el tan necesitado cambio.
EN VEZ DE OBEDECER AL PUEBLO, EL GOBIERNO TRANCÓ EL JUEGO
La respuesta de la cúpula corrupta que mantiene secuestradas
las instituciones de nuestro país fue ignorar el grito de nuestro pueblo y
ponerse de espaldas al cambio y a las soluciones urgentes que se exigen. En
lugar de aceptar el mensaje del cambio y trabajar junto a la nueva Asamblea
Nacional para solucionar la grave crisis que vivimos, Nicolás Maduro decidió
profundizar su modelo de desastre económico desde la Presidencia de la
República y "trancar el juego" institucional a través del apéndice
judicial del oficialismo, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia.
CON EL PUEBLO Y CONTRA LOS CORRUPTOS
Ante esta grave realidad, y ante un régimen que utiliza al
Tribunal Supremo de Justicia y a otras instituciones como barricada para
alcahuetear a los corruptos y a los ineficientes, la Unidad democrática convoca
y apela a la máxima instancia de decisión que tiene nuestro país, como lo es la
expresión democrática del pueblo. La voz del pueblo es la voz de Dios.
CON LA CONSTITUCIÓN Y CONTRA LA ARBITRARIEDAD
Nuestra Carta Magna cuenta con varios mecanismos que
facultan al pueblo a tener la última palabra frente a situaciones como
estas. Pero no nos encontramos en una
democracia funcional sino en una autocracia arbitraria. Por eso, en la actual realidad de Venezuela,
la activación y éxito de tales mecanismos constitucionales para resolver la
crisis sólo podrá lograrse si contamos con algunas condiciones fundamentales: cambios
claves dentro de la actual institucionalidad que faciliten la expresión del
pueblo, la vigilancia y presión de la comunidad internacional y la voluntad indoblegable
del pueblo de ejercer toda la legítima presión ciudadana que haga falta para
lograrlo.
TODOS CON LA DEMOCRACIA, Y DEMOCRACIA PARA TODOS
De esta manera, en las presentes condiciones del país, con
la Constitución secuestrada por el régimen a través de la Sala Constitucional
del TSJ, la solución a la crisis pasa no por la simple escogencia de uno u otro
mecanismo constitucional, a partir de las particularidades específicas de cada
uno. En realidad se trata de algo más
retador y exigente: la solución real a
la crisis pasa por la construcción de la situación social y política que haga
que esos mecanismos puedan ser aplicables y eficientes. Es por ello que la
Unidad Democrática ha tomado la decisión unánime de convocar al pueblo de
Venezuela a conformar el movimiento democrático de presión popular mas grande que
haya existido para activar TODOS los mecanismos de cambio que se encuentran en
nuestra Constitución y conformar con urgencia un Gobierno de Unidad Nacional.
En
función de ello, convocamos a todo el pueblo de Venezuela a movilizarnos para:
1.
Lograr la renuncia de Nicolás Maduro de la Presidencia de la República,
exigiéndola con una amplia movilización popular nacional que debe
caracterizarse por su carácter pacífico y su contundente determinación
democrática.
2.
Aprobar una Enmienda Constitucional que sea votada y defendida por el pueblo para
reducir el mandato presidencial y lograr elecciones presidenciales este año.
3.
Iniciar el proceso para el Referendo Revocatorio y, para garantizar su
convocatoria y realización eficiente, aprobar
la Ley de Referendos con el objeto de impedir el bloqueo o retardo de este
mecanismo constitucional que es un derecho ciudadano.
La Carta Magna esta siendo violada por las instituciones que
debieran interpretarla, defenderla y salvaguardarla, y ante esta realidad la
Unidad Democrática llama al desarrollo de una intensa y pacífica movilización
nacional para recuperar la vigencia plena de la Constitución y rescatar la
democracia, como forma eficiente de
ejercer la conducta ciudadana a la que nos convocan los artículos 333 y 350 de
nuestra Carta Magna. Más allá de la especificidad de los mecanismos que la
Constitución plantea, la profundidad de la crisis y la naturaleza del actual
régimen exige que pongamos énfasis en la movilización de presión y reencuentro
popular, de la que formará parte incluso la conquista de todas las
gobernaciones, pues también en esos escenario regionales debe verificarse el
cambio.
Ante el agravamiento de la crisis económica y social, que
amenaza con destruir lo poco que queda de convivencia ciudadana y de
estabilidad institucional, la Unidad Democrática reitera al pueblo de Venezuela
y a la comunidad internacional el compromiso de alcanzar una solución política,
electoral, constitucional y pacífica este mismo año, así como la disposición de
conformar un Gobierno de Unidad Nacional en que todos los sectores del país
estén representados.
Reiteramos finalmente que, de persistir el gobierno en su
práctica irresponsable de intentar bloquear los mecanismos constitucionales
para una solución pacífica a la crisis, no dudaríamos en activar un proceso constituyente originario, que
por su misma naturaleza estaría a salvo del sabotaje de los poderes
constituidos.
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