Ante la liberación durante la madrugada del último día del
año 2016 de un grupo de siete presos políticos, la Mesa de la Unidad
Democrática fija posición en los siguientes términos:
1)
La inmensa mayoría de los venezolanos quiere
vivir en democracia y no hay democracia con presos políticos. En democracia las diferencias se debaten con
libertad y se dirimen con el voto. La
judicialización de la política y la existencia de presos de conciencia es una
característica de regímenes dictatoriales.
Por eso, toda liberación de
presos políticos es un paso positivo, un paso en la dirección correcta, un paso
en el camino de desmantelar la venganza y reconstruir la convivencia. Transitar ese camino es la conducta que debe
ser alentada y fortalecida, al tiempo que se debe aislar y segregar a quienes
insistan en el erróneo sendero de la violencia institucional, de la persecución
política y del terrorismo de Estado.
2)
Enviamos un mensaje de solidaridad, respaldo y
bienvenida a Nixon Leal, Ángel
Contreras, Yeimi Varela, Gerardo Carrero, Scarli Duarte, Leocenis García y
Manuel Rosales, presos políticos venezolanos que hoy pudieron al fin, luego de
una larga e injusta separación, reencontrarse con sus familias. A sus
madres y padres, esposas e hijos vaya también nuestra palabra de reconocimiento,
por su valerosa, sostenida y muchas veces solitaria lucha.
3)
La alegría por quienes hoy están en sus
casas, con sus familias, hace aun más urgente la decisión de seguir luchando
por la libertad de los otros 126 presos políticos que todavía están en diversas
cárceles venezolanas. Como los siete liberados esta madrugada, todos los otros
126 deben también estar en la calle. Ninguno ha cometido delito alguno, muchos
se encuentran en delicado estado de salud debido a las precarias condiciones
del injusto encierro, aproximadamente la mitad de ellos tienen más de dos años
presos sin haber pisado jamás la sala de un tribunal (por lo que de aplicarse
rigurosamente la ley quedarían automáticamente en libertad plena), a favor de varios de ellos ya han sido
libradas boletas de excarcelación que son ignoradas por sus carceleros, la
minoría que está siendo juzgada tiene derecho constitucional a ser procesada en
libertad e incluso aquellos muy pocos que han sido condenados, como los
policías metropolitanos presos a raíz de los sucesos del 2002, ya han cumplido
parte importante de sus injustas condenas, lo que los hace acreedores a
beneficios procesales y medidas sustitutivas de pena. En síntesis, hay muchas razones políticas y
humanitarias para que TODOS sean liberados, y no existen pretextos procesales,
judiciales o “técnicos” para justificar que NINGUNO permanezca en prisión.
4)
También es necesario insistir en que reclamamos
estas liberaciones cuando nuestro país esta inmerso en una severa crisis
política, económica y social, en el marco de la cual se agudizan las tensiones
sociales y políticas. Por eso no basta con liberar a los presos
políticos: Además es fundamental superar
la judicialización de la política y la criminalización de la lucha social. En efecto, liberar a unos ciudadanos presos
por motivos políticos para simultáneamente poner presos a otros por los mismos
motivos es en realidad persistir en la continuidad del oprobio, en la torcida
lógica del atropello, y es precisamente eso lo que debe ser superado.
5)
Exigimos que junto con la libertad de los presos
políticos se proceda a tomar las medidas necesarias para hacer posible el
retorno al país de los exiliados, así como la anulación de las causas
judiciales abiertas a miles de estudiantes y jóvenes venezolanos por razones de
persecución política. Esas son también
medidas urgentes para lograr restablecer en Venezuela un clima social e
institucional que permita el desarrollo de un proceso de transición política en
paz, con garantías suficientes para todos los sectores, para que una Venezuela
renovada pueda enfrentar con éxito la crisis que hoy agrede con hambre,
inseguridad e incertidumbre a todos los ciudadanos, y con particular saña a los
más pobres.
Finalmente enviamos a todos los venezolanos nuestro saludo
de fin de año, en la certeza de que 2017 será lo que los venezolanos luchemos
para que sea: Que en el año por
iniciarse logremos UNIDOS los objetivos que la dispersión hizo esquivos en el
2016; Que en 2017 el interés de la
mayoría que quiere cambio positivo y en paz este por encima de las agendas
particulares, legítimas pero extemporáneas;
Que el Año Nuevo sea nuevo de verdad, sea tiempo de inicio de la reconstrucción
de una Venezuela de progreso, de oportunidades para todos, una Venezuela con
alimentos y medicinas, con democracia y libertad, una Venezuela de la que nadie
se quiera ir y a la que todos quieran y puedan regresar.
Por la Mesa de la Unidad Democrática,
LA SECRETARÍA EJECUTIVA
Caracas, 31 de Diciembre de 2016
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