Columna publicada originalmente el domingo 17 de abril de 2016 en los diarios La Voz y 2001
Cuando hace
pocos días estalló el escándalo de “los papeles de Panamá”, ese
super-periodista que es Nelson Bocaranda Sardi advirtió que “el secretismo”
oficial en torno a la enfermedad y muerte del Presidente Chávez no fue por
“razones de Estado” o cálculo político sino porque, preocupados los círculos
más cercanos a Chávez por el efecto que pudiera tener en el país la noticia de
su gravedad o muerte, se dedicaron a “asegurar su futuro”, haciendo operaciones
de “ingeniería financiera” que les permitieran colocar importantes sumas de
dinero (dinero del pueblo, ese dinero que hoy no esta ni en los hospitales ni
en los aparadores de los mercados, convertidos en medicinas o alimentos) en
paraísos fiscales como Andorra o las Islas Seychelles.
MULAS Y CAPOS, TODOS CRIMINALES…
Todo eso no se hace en
horas. Necesitaban días, semanas. Y consiguieron ese tiempo mintiéndole al
país, hasta lograr lo que querían. Tan
ruda fue la piñata que es célebre el caso de una enfermera y un guardaespaldas que
terminaron convertidos en mil millonarios dolarizados. Si eso pasó con esas
“mulas” de la corrupción, ¿Cuanto no tendrán en sus cuentas cifradas los
verdaderos capos? Por eso la lista de los corruptos presentada por el diputado
Julio Montoya ante la Asamblea Nacional es mas larga que cola de vestido de novia
en matrimonio de enchufado...
“OPERACIÓN BLOQUEO” JUDICIAL Y “OPERACIÓN MORROCOY” ELECTORAL
Pues bien: Esa es también la explicación del
empecinamiento que los agentes judiciales y electorales de la burocracia
corrupta e ineficiente ponen en retardar, obstruir y sabotear la solución
electoral, pacífica y constitucional a la crisis. ¡Que nadie se confunda! Estos
sujetos no están defendiendo ninguna revolución (pues esto es una involución),
ninguna ideología (el robo no tiene ideología) ni ningún liderazgo (caricatura
triste de lo que alguna vez tuvieron).
Esta obstaculización sistemática al derecho del pueblo a decidir por si
mismo sólo tiene un propósito: Quieren
ganar tiempo, quieren prolongar la agonía de un régimen que saben agotado para
poder seguir robando, para poder seguir saqueando a la Nación, para poder
seguir convirtiendo ese dinero que debería haber servido para producir o importar
alimentos y medicinas, en jugosos depósitos en cuentas “off shore”. Ese es el propósito real de la “Operación
Bloqueo” del TSJ y de la “Operación Morrocoy” del CNE
¿POR QUÉ SON LOS CHAVISTAS
QUIENES PEOR HABLAN DE MADURO?
Quienes tienen más clara esta
realidad son los que hasta hace poco se denominaban a si mismos “pueblo
chavista”. Esos compatriotas desde hace
al menos una década se vienen enfrentando a quienes entonces eran el entorno
corrupto e ineficiente del Presidente Chávez, y tras su muerte ejercen hoy el
poder directamente. Con el Radar de los
Barrios acompañé y difundí entre los años 2007 y 2012 numerosas protestas de
chavistas de base, esas que nunca salían en el Canal 8 o en Radio Nacional. “Mi Comandante no sabe esto que nos están haciendo
esto”, decían quieren reclamaban promesas incumplidas o denunciaban atropellos.
“Mi Comandante tiene buen corazón, pero esta mal rodeado…”, afirmaban por aquel
tiempo los chavistas del pueblo. “Esos carajos tienen la palabra revolución en
la boca para vivir de ella, pero en lugar de corazón tienen una chequera”… Los
que “mal rodeaban” a su “Comandante” eran los Maduros, los Jauas, los
Diosdados, los Ramírez, esa fauna insaciable que manejó un millón de millones
de dólares en 12 años y que ahora entregan esta Venezuela en ruinas.
TIEMPO QUE GANA MADURO ES TIEMPO
QUE PIERDE EL PAÍS…
Esta es la razón de que los
agentes electorales de las mafias gobierneras hagan repetir CUATRO VECES algo
tan sencillo como la solicitud de una planilla, y cuando ya no pueden hacer repetir el trámite por quinta
vez, entonces se toman semana y media para leer una carta de tres
párrafos. Tanta sinverguenzura no tiene
como justificación ninguna coartada política, ninguna quincalla ideológica: Solo quieren tiempo, tiempo para cuadrar sus
“planes de retiro”, para tener conque, por ejemplo, abrir un “spa revolucionario” en Miami…
El problema es que el tiempo que
ganan las mafias de la corrupción es tiempo que pierde el pueblo. Cada mes, semana, día, hora que el crimen
organizado pasa enquistado en el poder es tiempo en que bebés venezolanos
mueren en hospitales infectados y sin equipamiento, tiempo en que nuestros
ancianos mueren en las colas por infartos o aplastados en tumultos; Tiempo en
que todos los ciudadanos, hasta policías y oficiales de nuestras fuerzas
armadas, son asesinados por un hampa “empoderada” por un desgobierno que
desarmó a las policías y que entregó a los “pranes” primero el dominio de las
cárceles y luego el control territorial de las llamadas “zonas de paz”.
DEL “TIEMPO PA’ ROBÁ” AL TIEMPO
PARA CONSTRUIR
Mientras Maduro habla, y habla, y
habla de “los 14 motores”, o de “las cinco revoluciones”, o de “las tres R”, o
de cualquier otra consigna vieja o reencauchada, hay en la realidad una
Venezuela que muere de mengua o de balazo, de hambre o de enfermedad, una
Venezuela con apagones y sin agua. Eso
lo saben los chavistas del pueblo, del barrio, del caserío. Por eso es que la Unidad sacó el 6D el 56% de
los votos. Por eso es que hoy TODAS las
encuestas señalan que entre 70 y 85% de los venezolanos quieren a Maduro fuera
del poder. Es decir: Entre diciembre de
2015 y abril de 2016 el país que quiere cambio no ha hecho otra cosa que
crecer. Y eso pasa por una realidad que
el gobierno no puede ocultar: ¡Hasta los
chavistas del pueblo quieren que el madurismo no siga teniendo más “tiempo
pa’robá”!
Por cobardía política y falta de
visión de sus dirigentes, la caída del madurismo esta arrastrando al PSUV.
Convencidos de que ni ahora ni en el futuro podrán ganar ninguna elección
gracias al desprestigio del liderazgo tóxico del diosdado-madurismo, la “Operación Bloqueo” del TSJ y la
“Operación Morrocoy” busca también generar la indignación y desesperanza
necesarias para sacar a la Nueva Mayoría Nacional de los rieles de la lucha
electoral, y lanzar así al país al
tobogán de la violencia abierta, pues creen que en una pelea con fusiles pueden
quedar mejor parados que en una competencia con votos. Mientras puedan seguir robando, a ellos no
les importa gobernar sobre escombros. De
allí tanto desamor madurista por el país y su gente.
Pero se les acabó el “tiempo pa’
robá”. El tiempo que viene es para unir, reconciliar y construir país. Es todo
un pueblo el que así lo ha decidido. Y
lo vamos a lograr, en paz y con votos, por encima de bloqueos y retardos. ¡Palante!
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