Columna publicada originalmente el domingo 13 de noviembre de 2016 en los diarios La Voz y 2001
LA
segunda reunión del llamado Diálogo Nacional que se está realizando a
instancias de El Vaticano concluyó el sábado 12 de noviembre con algunas
conclusiones. Determinar cuán importantes son depende obviamente del
punto de vista de quién evalúe: Para
quienes saben que desalojar del poder a una régimen inconstitucional y
violento por vía pacífica y legal es una tarea muy dura, el haber
logrado acuerdos que permitan la libertad de un número creciente de
presos políticos, resolver la situación de los diputados de Amazonas,
sacar a la Asamblea Nacional del falso "desacato" establecido por el TSJ
y construir un acuerdo para definir en forma consensuada una nueva
correlación de fuerzas en el Consejo Nacional Electoral, pueden ser
considerados pasos iniciales de cierta importancia. En
cambio, para quienes crean que una dictadura puede ser desalojada del
poder con un evento traumático o un esfuerzo de corto plazo, cualquier
avance real puede parecer "insuficiente" si no tiene efectos
"inmediatos"...
NO LE PIDAS AL DIÁLOGO LO QUE SÓLO LA CALLE PUEDE CONQUISTAR
La
verdad del país está más allá de la paciencia de unos o la impaciencia
de otros: Hay una urgencia REAL. El Gobierno no puede seguir intentando
"ganar tiempo" porque sencillamente el tiempo se le terminó. En
Venezuela hay hambre, hay falta de medicinas, hay inseguridad atroz, y
para desgracia de todos hay un régimen incapaz de hacer frente a la
crisis que él mismo creó. Esta
crisis humanitaria ha generado un rechazo unánime al gobierno, y la
respuesta oficial a ese rechazo social fue bloquear la salida
constitucional y electoral. En
ese momento el régimen se volvió dictadura abierta, y a una dictadura
se le saca del poder únicamente con el país en la calle, con la Nación
unida y activada de manera masiva, pacífica, sistemática.
No
se trata de una marcha, una "batalla final". No hay soluciones mágicas
ni eventos milagrosos. Se trata de una lucha sostenida, dura, que puede
no ser breve, una lucha planteada de tal manera que sea sostenible para
el pueblo e inaguantable para el régimen, con acciones diseñadas de tal
forma que le bajen al ciudadano el costo de la participación y le eleven
al régimen el costo de la represión. Por eso hay que tener muy nítida esta verdad: Solo
con CALLE activada habrá cambios positivos en nuestro país. En
consecuencia, que nadie le pida al diálogo lo que sólo la calle puede
conquistar...
TAMPOCO PIDAS A LA CALLE LO QUE SÓLO EL DIÁLOGO PUEDE CONCRETAR
En
Chile, la sociedad democrática combatió a Pinochet con la
resistencia... pero lo saco del poder con el Plebiscito; En Brasil la
calle encendida puso en jaque el mandato de Dilma Rousseff, pero fue
sacada del cargo mediante un procedimiento constitucional activado en el
parlamento; En Argentina, la hegemonía de los Kirchner fue hostilizada
por la movilización de los sindicatos, los gremios y las investigaciones
sobre corrupción, pero al final toda esa presión social terminó
expresándose en un proceso político: La victoria electoral de la
oposición.
La
calle muestra la fuerza del pueblo y revela la debilidad del opresor;
La calle deslegitima al régimen y legitima a quien se le opone; La calle
debilita los pilares de la dictadura (su supuesta omnipotencia, el
miedo como estrategia de dominio, la falacia de su popularidad
artificial, etc.) y fortalece a las fuerzas resistentes hasta que éstas
dejan de ser "oposición" y pasan a ser alternativa. Pero la calle por si sola no configura ni da estabilidad a la nueva realidad. En la calle se siembra la libertad, pero los frutos de esa siembra sólo se recogen en los espacios de LA POLÍTICA...
LOS PRIMEROS ACUERDOS DEL DIÁLOGO: LO NO DICHO AÚN
Es
en ese sentido que es importante evaluar y analizar los acuerdos
alcanzados en esta -apenas- segunda reunión del Diálogo Nacional
convocado por la Santa Sede: Por un lado, en una Venezuela en la que
seres humanos están muriendo por falta de medicinas y de alimentos, se
acordaron iniciativas que pueden contribuir a mejorar la situación de
nuestros compatriotas que están en situación desesperada y la de
sectores económicos completos que están al borde del colapso; Por otro,
se avanza en la creación de condiciones que hagan posible recuperar el
derecho del pueblo venezolano al voto, derecho hoy secuestrado por el
régimen a través de una confabulación entre tribunales sin competencia
electoral y autoridades electorales sin respeto por su propia autonomía.
ACERCA DEL CANAL HUMANITARIO: LO ECONÓMICO Y SOCIAL EN LOS ACUERDOS DEL DIÁLOGO
El
régimen sigue irresponsablemente negado a asumir la urgencia de abrir
un canal humanitario para que lleguen a Venezuela las toneladas de
alimentos y medicinas necesarias para socorrer a nuestros compatriotas
que están en situación desesperada por el impacto de la crisis económica
y social creada por un modelo económico fracasado y una burocracia
profundamente corrupta. Para
el régimen sigue siendo más importante su supuesta "imagen
internacional" que la vida de los venezolanos. Para ellos aceptar ayuda
es reconocer la crisis, y prefieren en su infinito egoísmo que
venezolanos sigan falleciendo antes que admitir su fracaso.
En
la Mesa de Diálogo la delegación de la Unidad Democrática insistió en
la necesidad de aceptar la ayuda humanitaria ofrecida por la Iglesia
Católica a través de Cáritas, y en la urgencia de gestionar urgentes
ayudas a través organismos multilaterales como la Asociación
Latinoamericana de Integración, ALADI, o la Corporación Andina de
Fomento, CAF, entre varias otros. Es preciso decir que en estas
propuestas fuimos apoyados por algunos de los facilitadores, como el
representante del Papa Monseñor Celli y el presidente Leonel Fernandez.
Sin embargo, aún habiendo aprobado estas recomendaciones en la Comisión
Económica y Social de la Mesa de Diálogo, la irresponsable posición
oficial evitó que las mismas fueran recogidas en el comunicado final
conjunto, pues allí solo aparece lo que logra el consenso de ambas
partes.
A PESAR DE TODO FORZAMOS LA APERTURA
A
pesar de ello, si logramos introducir en el texto final acuerdos que
comprometen al régimen a iniciar una apertura que beneficie a los
venezolanos más necesitados y a sectores económicos completos que están a
punto de cerrar sus puertas, lo que agravaría aún más la situación
social y económica. En efecto, el primero de los cinco acuerdos del
comunicado oficial de esta segunda reunión del diálogo dice
textualmente: "1.
En el campo económico – social el Gobierno Nacional y la MUD acordaron
trabajar de manera conjunta para combatir toda forma de sabotaje, boicot
o agresión a la economía venezolana. Decidieron priorizar en el corto
plazo la adopción de medidas orientadas al abastecimiento de
medicamentos y alimentos sobre la base de contribuir a promover su
producción e importación. Promover
el diseño y aplicación de políticas de cooperación entre los sectores
público y privado para monitorear, fiscalizar y controlar los mecanismos
de adquisición y distribución de insumos y mercancías."
MUY OCUPADOS EN "DESPELLEJAR" A LA MUD, ALGUNOS NO VEN LOS EVIDENTES AUTOGOLES DEL RÉGIMEN...
Algunas voces han dicho que este acuerdo se pliega a la narrativa oficial de la llamada "guerra económica". A
ver: ¿En que parte se habla allí de esa cacareada e inexistente
"guerra", etiqueta propagandística acuñada por el gobierno para intentar
justificar las consecuencias de su monstruosa ineficiencia y
corrupción? Cuando
en el acuerdo se expresa "trabajar de manera conjunta para combatir
toda forma de sabotaje, boicot o agresión a la economía venezolana", ¿Es
posible que, en su sano juicio, alguien pueda decir "yo sí estoy de
acuerdo con sabotear, boicotear y agredir a la economía venezolana"?
¡LÉASE BIEN: ESTAMOS HABLANDO DE LA ECONOMÍA VENEZOLANA, NO DEL GOBIERNO! De
hecho, haber admitido la inclusión de este párrafo en los acuerdos
constituye por parte del régimen una involuntaria admisión de culpa,
porque QUIEN HA SABOTEADO LA ECONOMÍA VENEZOLANA SON ELLOS, AL COLOCAR
AL FRENTE DE MUCHAS EMPRESAS DEL ESTADO A GERENTES PROFESIONALMENTE
INCOMPETENTES Y ÉTICAMENTE CORRUPTOS; QUIEN HA BOICOTEADO LA ECONOMÍA
NACIONAL ES EL RÉGIMEN, AL DESTRUIR EL APARATO PRODUCTIVO NACIONAL A
TRAVÉS DE LAS CONFISCACIONES, ESTATIZACIONES, EL CERCO ECONÓMICO QUE
IMPIDE EL ACCESO A LAS DIVISAS INDISPENSABLES PARA IMPORTAR MATERIA
PRIMA, INSUMOS, REPUESTOS Y MAQUINARIAS, Y TAMBIÉN A TRAVÉS DE LA
ADOPCION INCONSULTA DE NORMATIVAS LABORALES QUE DESTRUYEN LOS INCENTIVOS
A LA PRODUCTIVIDAD Y LA CULTURA DEL TRABAJO; QUIEN HA AGREDIDO LA
ECONOMÍA NACIONAL ES EL RÉGIMEN, AL PERMITIR QUE LAS MAFIAS CONECTADAS
CON EL OFICIALISMO CONTROLEN DESDE EL ACCESO AL DÓLAR HASTA EL TRAFICO
DEL ORO, DESDE EL CONTRABANDO DE EXTRACCIÓN DE COMBUSTIBLE HASTA LA
VENTA CORRUPTA Y DISCRIMINATORIA AL DETAL DE LOS ALIMENTOS DE LA CANASTA
BÁSICA A TRAVÉS DE LOS LLAMADOS "CLAP", ENTRE MUCHAS OTRAS PRÁCTICAS
NEFASTAS.
De
manera que al decir que vamos a "trabajar de manera conjunta para
combatir toda forma de sabotaje, boicot o agresión a la economía
venezolana", la Unidad Democrática simplemente ratifica lo que siempre
ha hecho. En
cambio, los representantes del régimen, para siquiera iniciar ese
camino, tienen que empezar por enfrentar a sus propias mafias.
Efectivamente, el acuerdo a renglón seguido establece el compromiso de las partes de "priorizar
en el corto plazo la adopción de medidas orientadas al abastecimiento
de medicamentos y alimentos sobre la base de contribuir a promover su
producción e importación" ¿Que significa esto, en concreto? Veamos: Para
"promover la importación de alimentos y medicinas" es necesario la
reapertura de las líneas de crédito, lo cual implica el pago por parte
del gobierno maula a los proveedores. Eso a su vez implica por un lado
la reordenación de los menguados recursos existentes (es decir: quitar
dinero a la burocracia y la corrupción, a la propaganda y al festín
rojo, e invertirlo en honrar obligaciones con proveedores), y por otro
la realización de operaciones de crédito público que ante cualquier
posible prestatario internacional serían inseguras, improbables, en
realidad irrealizables, sin la aprobación de la Asamblea Nacional. Para
promover la producción local de medicamentos y alimentos es necesario
que el régimen termine con la única "guerra económica" que efectivamente
existe en el país: La que el gobierno tiene contra los trabajadores y
contra los empresarios venezolanos, contra la gente de trabajo, contra
todo aquel que quiere producir empleo, riqueza y calidad de vida.
Pero
quizá el párrafo donde es más significativo el "autogol" que el
gobierno se ha metido con el acuerdo aprobado es aquel que textualmente
dice "promover el diseño y aplicación de políticas de cooperación entre
los sectores público y privado para monitorear, fiscalizar y controlar
los mecanismos de adquisición y distribución de insumos y mercancías". Esta
parte del acuerdo de la Mesa de Diálogo es un misil dirigido
directamente al muy frágil equilibrio que mantiene el régimen con la
maraña de mafias que lo rodean y en la que se sustenta. Abrir
la posibilidad de participación del sector privado en el monitoreo,
fiscalización y CONTROL de los mecanismos e adquisición y distribución
de insumos y mercancías es lograr por vi que la sociedad pueda entrar a
conocer y desmantelar el entramado corrupto de la triangulación de
importaciones, por un lado, y por otro la posibilidad de fiscalizar y
eventualmente sustituir él mecanismo de las llamadas "guías de
distribución" que no sólo ha probado ser ineficiente sino que, como lo
ha denunciado el propio gobierno, ha demostrado también ser
extremadamente vulnerable a la corrupción.
ACERCA DE LA SOLUCIÓN ELECTORAL A LA CRISIS
Con
todo lo importante que es el abordaje del tema económico para enfrentar
la crisis humanitaria, la Unidad Democrática acude al diálogo convocado
por El Vaticano fundamentalmente para recuperar lo que el régimen le
acaba de robar al país: La solución electoral a la crisis. Esto
es lo central, porque solo con un nuevo gobierno respetuoso de los
derechos humanos y contrario a las tesis comunistas generadoras de
pobreza económica y autoritarismo político tendremos un país próspero y
libre. En todo proceso de diálogo o negociación, lo fundamental es
generalmente lo último que se acuerda. Sin embargo es posible encontrar ya, en esta segunda reunión del proceso de diálogo convocado por el Vaticano, avances en procura de alcanzar la solución electoral.
Ciertamente,
el segundo punto del comunicado oficial leído por el representante del
Papa Francisco dice textualmente: "2. En el campo político, se acordó
avanzar en la superación de la situación de desacato de la Asamblea
Nacional dictada por el Tribunal Supremo de Justicia. En ese sentido se
acordó instar a los poderes públicos competentes a actuar en la
resolución de la situación del caso Amazonas en términos perentorios. En
el mismo contexto, se asumió el acuerdo de trabajar conjuntamente, en
el marco de lo establecido en la Constitución, para el nombramiento de
los dos rectores del Consejo Nacional Electoral, que culminan su mandato
en diciembre 2016."
AMAZONAS+AN+CNE= ELECCIONES O RR
¿Que
significa esto? ¿"Conque se come" esto? Veamos: Cuando en el comunicado
se dice expresamente "instar a los poderes públicos competentes a
actuar en la resolución del caso Amazonas en términos perentorios" el
texto se refiere no sólo a la urgente necesidad de solventar y resarcir
la injusticia cometida contra el pueblo amazonense, cuando el gobierno
le arrebató judicialmente su representación parlamentaria para de esa
forma desconocer la mayoría calificada de dos terceras partes obtenidas
por la Unidad en la Asamblea Nacional, sino además se procura dar los
pasos necesarios para dejar sin piso ni pretexto al Tribunal Supremo de
Justicia que al decretar que el Parlamento está "en desacato" por haber
incorporado a los diputados de Amazonas, inhabilitó de hecho al Poder
Legislativo desconociendo así el voto de casi 8 millones de venezolanos. Y
resolver esta situación es urgente, porque el próximo 4 de diciembre se
vence el período de dos rectores del Consejo Nacional Electoral, y es
esta una oportunidad crucial para, definiendo una nueva correlación de
fuerzas en el poder electoral, poder tener entonces la posibilidad de
tener un CNE que organice elecciones en vez de sabotearlas.
Dicho
de manera clara, ese es el punto: Hay que resolver el tema Amazonas
para sacar a la Asamblea Nacional del supuesto desacato; Hay que superar
esa inhabilitación del Parlamento para poder reconfigurar el CNE; Hay
que reestructurar el CNE para poder tener elecciones. Más claro,
imposible.
Sin
embargo, tal claridad no parece evidente para algunos compatriotas que
lamentan, con razón, que en el comunicado no aparecen las palabras
"referendo revocatorio" o "elecciones adelantadas". Tal
queja es justa, porque precisamente eso es lo que está exigiendo la
inmensa mayoría de los venezolanos: La devolución de nuestro derecho al
voto, al referendo revocatorio, a decidir en elecciones como cambiar
este presente terrible para poder construir un futuro mejor. Sin embargo todo aquel que ha participado en una discusión de contrato colectivo lo sabe: Las
cláusulas importantes son las que se resuelven al final de todo proceso
de intercambio, diálogo o negociación. Y en eso, precisamente, estamos,
nos guste o no: Negociando con quien secuestró nuestro derecho al voto. El secuestrador está armado, y tiene rehenes. La Venezuela democrática es mayoría, una mayoría desarmada. Esa
mayoría desarmada esta enfrentada a una cúpula que es minoritaria, pero
esta armada hasta los dientes. Resolver pacíficamente esta
contradicción es clave para poder entregar a nuestros hijos un país en
reconstrucción y no los escombros de una guerra.
TANTA CALLE COMO SEA POSIBLE, TANTO DIÁLOGO COMO SEA NECESARIO
Por eso, lograr la recuperación de nuestro derecho al voto para salir de esta catástrofe a través de la devolución del Referendo Revocatorio
o de la realización de elecciones adelantadas sólo es posible con el
diálogo como mecanismo, y con la presencia de facilitadores,
acompañantes o testigos que, como El Vaticano, tengan la suficiente
talla moral y política para convertirse en garantes de lo acordado. Esa
es la razón por la que la Mesa de la Unidad Democrática está en el
Dialogo Nacional... pero no sólo allí. Como expusimos al principio de
este texto, el diálogo para los demócratas venezolanos no es un
sustituto de la lucha, sino parte de ella.
La
lucha del pueblo venezolano por la democracia y la libertad se verifica
en tres escenarios fundamentales: La calle, las instituciones ya
liberadas por el voto del pueblo como la Asamblea Nacional, y la
Comunidad Internacional. En
este último escenario, la Mesa de Diálogo tiene una importancia enorme,
ya sea para arrancarle reivindicaciones al régimen o para dejar al
desnudo la dictadura ante el mundo, para incrementar su condena y
aislamiento.
QUE LA RABIA SEA FUERZA DE LUCHA Y NO FACTOR DE DIVISIÓN
Los
demócratas venezolanos tenemos que ejercernos de manera clara, con
firmeza y determinación, en esos tres escenarios de lucha. Todo lo que
se haga en uno de ellos debe reforzar lo que se active en los otros dos.
En el asfalto, en el diálogo o en los organismos internacionales, la
voz del mayoritario pueblo democrático venezolano debe abrirse paso. La
legítima ansiedad, la justa rabia, debe ser energía de cambio, y no
factor de división. En
este momento crucial de la crisis política venezolana lo único que
podría salvar al régimen corrompido e ineficiente de Nicolás Maduro
sería la fractura en el campo democrático. Unidad en la diversidad,
serenidad en la combatividad, son las claves para seguir avanzando hacia
el triunfo. ¡Palante!
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